Che, Dios, vengo en pelota -más: sin cuero-,
en un juego de mala, rejugado.
siempre la suerte me pasó de lado
y atrás del cola figuré primero.
Eché barraca en el andar timbero;
cuando hubo cuotas, la garpé al contado,
y en mi existencia de yirar varado
hice el balance y he sumado cero.
Che, Dios o Satanás o quien me escuche,
fui gil pa'tu jotraba: es el asunto,
y el alma ya me pica más que el buche.
Si, al fin de cuenta, del humano estuche
me has de afanar cuando pongás el punto,
¿por qué me hacés en la vida el mismo escruche?
ROBERTO SELLES
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