Lo
conocí en mi primera juventud a través de un ahijado suyo del barrio. Yo me
había hecho figurita en el barrio porque concursaba en “Odol pregunta” cuando
había un solo Canal de televisión, sobre la Historia del Tango, y el programa
iba en la hora principal. Audazmente, aunque yo no era muy caradura que digamos,
después de probarme me aceptaron para el concurso, gracias a una de esas cartas
que mandamos sin la menor convicción.
Este
chico me hablaba de su padrino como de un ídolo. Me contaba todo lo que había
hecho en Estados Unidos, me mostraba fotos, recortes de revistas, cartas que
mandaba a la familia… Y me hablaba de reunirnos con él. En esos momentos me
seguían los coleccionistas y fanas del tango porque yo era un imberbe.
Gutiérrez en 1933 |
Aunque
Pinzón - a quien respeto mucho- cuenta que “se dice” que sus mejores obras las hizo Carlos V. Geroni
Flores y se las vendía, “yo que anduve entreverao”, jamás escuché una palabra al
respecto.
Y me
extraña que Homero Expósito, Homero Manzi, Cátulo Castillo o Carlos Bahr
ignoraran con quien componían semejantes bellezas. Sobre todo Homero Manzi con
quien creó piezas impresionantes: Fruta
amarga, Llorarás llorarás, Torrente,
Después o Tapera, que en la orquesta de Troilo se
convirtieron en joyas imperecederas.
Para
terminar el esbozo de este personaje: escuchamos su tango Monotonía, con letra de Carlos Bahr, por
Francisco Lomuto con la voz de Jorge Omar.(Grabado el 3/12/1936).
Y Todo, un tango suyo maravilloso, con letra de Homero Expósito, por la orquesta de Pedro Laurenz con la voz de Alberto Podestá. (grabado el 9/12/1943).