Ricardo Ostuni
(Jean Jaurés y Mansilla, epicentro de mi barrio.)
Vuelvo como un gorrión, gris, temeroso
al embroque tardío de esta esquina.
Trepa un antiguo vaho de glicina
el mástil del farol donde me poso.
Me llega la quietud de un viejo gozo
con los rostros que borra la neblina
acaso es tan solo la propina
del barrio que se ha ido silencioso.
Son los recuerdos que hacen su cabriola
nada más que memoria desolada
de un juego cruel del tiempo-perinola:
los años llevan todo y dejan nada.
De mi barrio no queda una chirola
ni pa'jugarla a punto y revoleada.
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