Translate

domingo, 29 de diciembre de 2019

¡Feliz Año Nuevo!

A todos los amigos y amigas que siguen estas páginas que nos unen en el sentimiento tanguero y milonguero, les deseo un Año Nuevo pletórico de ilusiones, de salud, de deseos cumplidos y que sigamos enrolados en las filas del tango que tanta emoción nos deja.

                               



        
                                   

                        .

viernes, 27 de diciembre de 2019

El baile de los domingos

Hace tiempo hablé, brevemente de este tango que escribiera Francisco García Jiménez y musicalizara Oscar Arona. Y hoy vuelvo porque se trata de un tema que me envuelve en nostalgias y recuerdos juveniles, cuando salíamos a bailar con unas ilusiones tremendas y hasta nos pegábamos un doblete, los domingos por ejemplo, yendo por la tardecita a mover las tabas en el "Unione", que era el Unione e Benevolenza. ubicado en Cangallo al 1300 (hoy Presidente Perón) y de ahí, volvíamos al barrio, nos arreglábamos un poquito y la seguíamos en Huracán, el templo milonguero de Parque Patricios.

Había algunos de la barra que lo habían rebautizado como "El Museo" por la cantidad de milongueras veteranas que  acudían a esa milonga de la Unione, o al Augusteo que estaba a la vuelta, por Sarmiento. Tal cual lo relata en sus versos García Jiménez. Ëste había bautizado a su tango: "Bailongo de los domingos", y así fue grabado por la orquesta de Tanturi, cantando Alberto Castillo. La censura militar, tan boba y ridícula, obligó a cambiarle el nombre y tres meses más tarde lo grabaría Luicio Demare con la voz de Raúl Berón, como "El baile de los domingos".

                                 
Las dos versiones están muy logradas, pero la que a mí particularmente me toca y me retrocede en la neblina del tiempo, es la versión de Demare-Berón. Esa forma de tocar  que tenía Demare, con sensibilidad y musicalidad, sin necesidad de recurrir al virtuosismo, me sume en el hechizo de la evocación y junto a la interpretación de Berón son como un antídoto al inexorable olvido. Reverbera en las argucias de mi memoria y me vuelve a situar en aquellos domingos después del fútbol.

Novela del bailarín
que escrita está,
un trozo en cada salón
de mi ciudad...
De la Unione al Augusteo
con ella te veo
soñando a compás.
Silenciosos van los dos
y de amor habla la voz
de la orquesta en sus floreos...
Viejas quejas de pasión
renovando parejas
con este son.

Qué bien lo dice el poeta. que no era milonguero pero sabía incursionar en ese abanico de pasiones que envolvían a aquella Buenos Aires del cuarenta. Las pinceladas, el buen gusto, esos fogonazos de vida que emanaban de la juventud hedonista y también romántica. Fragmentos, conexiones emocionales, los rituales cotidianos que reviven en color sepia por la magia del tango. El domingo tenía expectativas para los muchachos y muchachas que podían escaparse de la rutina gris y el centro de la ciudad se ofrecía como una tentación por todas las posibilidades que ofrecía. Al alcance, además,  de cualquier bolsillo. Aclaro, que yo lo viví años más tarde del nacimiento de este tango.

El baile de los domingos                                                       
sencillo, criollo y tan lindo,
encadenado a sus tangos
hoy vivo cautivo
del ritmo dulzón.
emoción hay una sola
y es llorar de bandoneones
fraseando acordes de Arolas.
El baile de los domingos
remanso del corazón.

Efectivamente, era un disfrute lúdico, sentimental, pasional, maravilloso. Recuerdo que la milonga de Huracán, los domingos terminaba a las 12 de la noche, y aunque hubiera bailado mucho, el cuore me pedía más, y la seguía en el Bristol de la calle Rioja o me iba hasta Parral y Gaona, al Sportivo Buenos Aires que terminaba a las 1 de la madrugada. Era una exageración, pero también una necesidad del espíritu, por más tuviera que madrugar el lunes que ya estaba ahí. Vibración y memoria, porque Lucio Demare y Raúl Berón me llevan de viaje a una realidad palpitante, chamuscada por la melancolía.


Demare-Berón lo grabaron dos meses más tarde que Tanturi-Castillo. Ls llevaron al disco el 13 de julio de 1943 y me zambullo en las oleadas de la nostalgia, escuchándolo.

                                     

                                      

jueves, 26 de diciembre de 2019

BIEN MILONGA

     Quiero bailar este tango,
     tango alegre y sensiblero
     con un estirpre orillero
     que va perdiendo aquel rango.
     Tango liso, tango, tango,
     tango suave o milonguero
     sin el corte arrabalero
     pero siempre tango, tango.

          Santiago Juan Meli
    
     

 Esta noche del jueves 26 de diciembre, despedimos el año en la pista que siempre nos acoge, de la Casa de Aragón madrileña. Recibiremos como mandan los cánones a nuestros amigos/as milongueros/as. O sea con brebajes para despedir al 2019 y recibir al 2020, y vituallas para entonarnos. La música está seleccionada para que no queramos perdernos una sola tanda.


Y despedimos el año visitando, una vez más, esas milongas del globo terráqueo que siguen expandiéndose para mayor gloria del tango. Arranco por el Sultans de Estambul Tango Maratón y Festival. Son Ariadna Naveira y Jonathan Saavedra los que se presentan al compás del tango Yunta de oro, por la orquesta de Osvaldo Pugliese.

                                      
Un salto hasta el Planetango de Moscú-Rusia para ver a Sebastián Arce y Mariana Montes luciéndose al compás de este valsecito: El último adiós, interpretado por la orquesta de Rodolfo Biagi, cantando Andrés Falgás.

                                       
Y me voy a un cierre groso en Osorno, Chile, donde se juntan varias parejas de fuste como son: Javier Rodríguez-Moira Castellano, Los Totis, Hugo Mastrolorenzo-Agustina Vignau,  Gaspar Godoy-Carla Mazzolini, Florencia Zárate-Guido Palacios, y Germán Ballejo-Magdalena Gutiérrez. en el  Hotel Sonesta bailando la milonga Bella ciao, por Pablo Ramos y Los herederos del compás.

                                
Como debe ser, viste... Así nos juntaremos nosotros en esta night milonguera de postín.                           


martes, 24 de diciembre de 2019

Feliz Nochebuena

 A todos los amigos y amigas que me acompañan en este Blog, les deseo una Nochebuena y Navidad con paz, amor y el cariño familiar. Que pasen una hermosa noche y seguimos disfrutando del tango. Un abrazo cordial y virtual para cada uno de ustedes.
 José María Otero

                                  

lunes, 23 de diciembre de 2019

Canción de rango

Lindo tango. Para escuchar, para bailar. Es de esos que tenemos instalados en el bocho y en el cuore. El autor de los versos, José María Suñé, fue representante de orquestas, de cantores, cantantes y además mostró su paletá poética en varios tangos que siguen pegando fuerte en las milongas: Una emoción, Decime que pasó, La mesa de un café, Yo quiero cantar un tango, Somos, Nos encontramos al pasar, Pincelada de arrabal, Viento malo, Muñequita rubia, Igual igual que ayer, No temas, el que trato hoy y otros, con músicos muy conocidos y respetados.

En este caso, su compañero en la composición del tango de marras, fue el gran violinista Raúl Kaplún, con quien también firmaron Una emoción, La mesa de un café, Pasión, Igual igual que ayer y Nos encontramos al pasar. Este tango del título lo dejaron a point para que se lucieran cantor y orquesta. Como fue el caso de Tanturi-Castillo, Pugliese-Abel Córdoba, El Polaco Goyeneche acompañado por la Típica Porteña dirigida por Raúl Garello, Caló-Rufino, Demare-Arrieta, entre otros.


Canción de rango lo compusieron en 1942, época en que la familia del tango, aparte de los artistas, estaba compuesta por tangueros y milongueros. Los primeros escuchaban a las orquestas por radio, compraban discos y lo canturreaban y lo silbaban. Los milongas también podían estar en el primer lote o sólo apuntarse al baile, pero reteniendo los compases y el tono de cada orquesta, el trino de los cantores y cada uno de ellos tenía sus preferencias a la hora de bailar.

En el tema de hoy, Suñé reivindica a los dos: al oyente y al bailarín. En la alquimia del verso, lo verbaliza con una prosa familiar, trazando el mapa sentimental de la época de oro del tango. Sabe captar las pasiones, el alma de esos porteños que siguen a sus orquestas, a sus cantores y en esa montaña rusa emocional, se despacha con un verbo impuslsivo, una especie de purgatorio.

Que bailen, los que vienen pa'bailar.
que escuchen, los que quieren escuchar
Pa'todos hay un tango acompasado
pretencioso y retobado
reinando en mi ciudad.
Yo canto, porque vivo la emoción
del tango, cadencioso y compadrón
Yo canto, cuando alguno pega el grito
que hay un tango compadrito
buscando un corazón.

                                 
Entonces ataca a esos intelectuales y críticos que siempre denigraron al tango o no le encontraron aristas positivas, más allá de la popularidad evidente del género. Apenas entrevieron las rendijas, le encontraron un atavismo de baja estofa, el lugar común en esa fatalidad de lo cotidiano. Sobre todo en las clases bajas, de las cuales ellos no formaban parte. Ajenos al entusiasmo de los muchachos que habitaban conventillos  y vivían ese poder catárquico que tuvo y tiene el tango para reunirlos en torno a canciones que no tienen fecha de caducidad..

Pa' que se callen los que andan divulgando
que el tango es triste, que es danza y son del fango.
Pa'que se callen les voy pasando el dato,
mi tango en danza triste
pero es canción de rango.
Pa'que se callen
les mando en dos por cuatro
esta cadencia viril que se hace canto.
Si son sensibles
verán que no es del fango
aquel que envuelve en tangos
su corazón.

Y vaya si tenía razón Suñé. Hoy día, que tantos géneros musicales populares han desaparecido o tienden a desaparecer, que muchos "éxitos" desparecen a una velocidad extrema, el tango no sólo ha conseguido sobrevivir a tantas mareas bajas, sino que ha crecido de forma impresionante y es una de las danzas populares más expandidas. La plasmación sonora de su música y sus versos, esos sonidos atrapados en la memoria y en añejas grabaciones, se cantan y se bailan en medio mundo.

Podemos escuchar la versión de Roberto Goyeneche, grabada el 10 de abril de 1968.

                                   

martes, 17 de diciembre de 2019

BIEN MILONGA

     Fugaz historia de los dos.
     el tango nos lleva
     por la vida bailando.
     Tu y yo
     y el fuego del amor
     y un loco frenesí
     que nos fue acompañando.
                  Dan Durán

Martes 17 de diciembre: BIEN MILONGA te invita a bailar en el último martes que podemos disfrutar este año. El 24 y el 31 nos encontrará festejando la Nochebuena y el Año nuevo en familia, pero el Jueves 26 haremos la última milonga del año en la Casa de Aragón, de la Pza. de la República Argentina nº 6, en Madrid.
                
                          
Y, como siempre, nos damos una passegiatta por distintas milongas de questo mondo para ir entrando en órbita y calentando motores con vistas a la de esta noche.

Quiero arrancar con un recuerdo. El de un gran milonguero, Eduardo El Nene Masci, que acaba de partir definitivamente y la manera de recordarlo en esta página, es viéndolo en acción. Bailando, en este caso, con Claudia Codega, en el Parakultural-Salón Canning, Como se hace un tango, por la orquesta de Carlos Di Sarli, cantando Roberto Rufino.
       
                           
Acto seguido parto rumbo al Belgrado Tango Festival. Y están en este caso bailando Carlitos Espinoza y Noelia Hurtado el valsecito: El aeroplano. Lo interpreta la orquesta de Juan D'Arienzo.


Cierro el viaje en el Bari Internacional Tango Congreso, Italia. Y lo hago viendo lucir a Sebastián Arce y Mariana Montes saltando al ruedo a los compases de Morena, la milonga que interpreta el dúo Tangos Sonos.

                                            

Después de este hermoso prólogo, nosotros nos mandamos el resto en Bien Milonga.                                                                                                        

viernes, 13 de diciembre de 2019

¡A Galicia con el Tango!


SanTango - Escuela de Tango
 Ya saben... Por el día del Tango, traemos al "Nido Tanguero" a José María Otero para seguir aprendiendo de la historia con su saber y bailando con su selección musical. Lo festejamos este sábado, como siempre, con otra Fiesta del Tango!!! Les esperamos 💞😉
https://facebook.com/events/519961505494248/?ti=cl
SÁB., 14 DIC. - 15 DIC.
Chusa Pérez de Vallejo te ha invitado

martes, 10 de diciembre de 2019

BIEN MILONGA

       Tango de la medianoche
       tango que llevo en la sangre,
       suena que tu llanto es hondo
       tal vez tu ruego me ablande.
       Tango de la medianoche
       guarida del corazón,
       llevas la sal de mi vida
       metida en tu bandoneón.
 
             Héctor Marcó


El 2019 se nos va yendo y nosotros lo vamos despidiendo a nuestro modo, milongueando, compartiendo la noche con los amigos y amigas y pasándolo pipa. En BIEN MILONGA los Martes nos esperan con su carga musical bailable para darle gusto al cuerpo y al cuore. Desde las 21 a las 0 horas nos reunimos con el fin de disfrutar juntos esta velada que siempre nos deja un poso especial.


Para arrancar siempre es bueno darse una ronda por otras milongas mundanas y así irnos pertrechando de más ganas para la velada nocturna que nos espera en BIEN MILONGA esta night.

Por ejemplo, me mando al Tango To Estambul, en Turquía, para ver en acción a Sebastián Achával y Roxana Suárez, que se largan al ruedo con Yo soy el tango, por la orquesta de Aníbal Troilo, cantando Fiorentino.
                                                                    


Ahora me planto en el Tangoloft Internacional Milonga Weekend de Stuttgat-Alemania. Así podemos apreciar a la pareja Clarisa Aragón-Jonathan Saavedra bailando el valsecito Tu olvido, interpretado por la orquesta de Juan D'Arienzo y el cantor Walter Cabral..


Cierro el periplo en el White Garden de Bari-Italia. Donde son Suyay Quiroga y Diego Luciano Chandia los que terminan con nuestro viaje virtual, al compás de la milonga La cicatriz, por la orquesta de Juan D'Arienzo, cantando Alberto Echagüe..

                                                                              
Y de acá a BIEN MILONGA donde dibujaremos a piaccere en el coqueto piso de la Casa de Aragón

domingo, 8 de diciembre de 2019

Barro

Seguramente no ha sido el éxito más grande de Alberto Morán, cuando estaba en la orquesta de Osvaldo Pugliese, pero fue un golazo. Lo cierto es que desde su debut en el disco con el pianista de Villa Crespo, cantando el tango de Homero Expósito y Domingo Federico, Yuyo verde, en enero de 1945, hasta su despedida en marzo de 1954, para ser solista, no sólo dejó 54 registros  con Pugliese, sino que sumó numerosos logros en una etapa de gran arrastre de la orquesta.

La viví personalmente y fue la formación con quien bailé más veces en vivo, porque venía seguido a Huracán, el club que nos reunía con la barra. Incluso estuvimos al pie del cañón las -7 grandes noches de carnaval 7-  en que nos iluminó en 1953, si mal no recuerdo, ya que yo era un jovencito milonguero, con unas ansias locas de aprender pasos, matarme a bailar y lucirme con los mayores.

                            Resultado de imagen de Osvaldo Pugliese y alberto Morán"

Puedo asegurar que las interpretaciones de Morán eran increíbles. Se posesionaba de tal manera al interpretar los versos tangueros, que nos transmitía a todos los presentes su apasionamiento. Y las milongueras daban rienda suelta a su emoción, dejaban de bailar para escucharlo y gritaban, emocionadas y exaltadas,  cada vez que terminaba una estrofa. Él, con los ojos cerrados, aferrado al micrófono viviendo el drama amoroso, pasional que estaba cantando... Inolvidables pantallazos....

Este tango de Horacio Sanguinetti y Osvaldo Pugliese, fue una de sus grandes pegadas. Lo vivía como si le estuviera pasando, con esos lamentos verbosos, dándole una temperatura emocional que nos envolvía en su agonismo. Le daba una fuerza más a cada frase y lo amplificaba con su expresión y ese sonido  de ciertas palabras que se nos queda pegado en el tímpano del corazón. Creo que Barro fue una de sus grandes creaciones y su interpretación del tema nos permite engarzar imágenes suyas cuando lo escuchamos en el disco.

Para qué continuar
si vivir es llorar,
mi corazón se encuentra mancillado
porque el barro lo ha salpicado.
Es mi afán olvidar,
nada más que olvidar,
que Dios me dio por nombre
flores mustias en angustias y soledad.

Que soporté miserias y dolor
en esta lucha cruel del hombre,
que ayer nomás, con lava, una mujer
burlándose manchó mi nombre.
Que al buscar amistad
encontré falsedad,
que solo hallé
en cien bocas pintadas
carcajadas del carnaval.

Sanguinetti, ese poeta maldito que desapareció por un crimen, entre sombras, dejó temas interminables como Nada, Ivon, Mañana no estarás, Tristeza marina, El barco María, Novia provinciana, Palomita mía, Viento verde, El hijo triste,  Moneda de cobre, Discos de Gardel y tantísimos más. Que tienen una profundidad estimable, como el que hoy traigo a la palestra.

En este tango hurga en la herida amorosa, con voces sumergidas en la neblina del tiempo, soportando las penalidades, abyecciones, toda la mandanga sentimental que supervive en su espíritu. Planteándose además las dudas, el futuro distópico como desilusión preventiva, escarbando en el sentido de la existencia y en una  realidad conjetural, termina comparando su triste peripecia, su barro... con el tango.

                         
Solamente un milagro de amor
me haría resucitar
si a mi alma que sus puertas cerró
viniera un alma a llamar.
Si a las nieves de mis penas
dos manos buenas
la borraran de mí.
Si no, será mejor morir.

Mi juventud la empapo con alcohol
quedando mi dolor en calma,
quién pensará que traigo al tambalear
sereno el corazón y el alma.
Para qué recordar,
es mejor olvidar
que siempre fue mi vida toda fango
como un tango del arrabal.

Me parece estar viéndolo a Morán cantándolo, derramándose sobre el micrófono, con la orquesta detrás, su hinchada totalmente entregada y  premiándolo en el final, al grito de "¡Caruso...Caruso!!!". Lo grabaron con Pugliese el 22 de mayo de 1951. Lo escuchamos:

                                 


jueves, 5 de diciembre de 2019

La Casa del Tango de los negros en 1802

Creo que vale la pena repasar lo que escribe el ensayista e historiador Ricardo Rodríguez Molas en su libro "La música y la danza de los negros en el Buenos Aires de los siglos XVII y XIX". Se destacó especialmente por tratar en sus trabajos históricos de investigación, sobre los sectores más vulnerables de la sociedad argentina de aquellos años.

En ese sentido, trató de hacer visibles a los gauchos, los negros afroargentinos y las mujeres. En el año 1957 publicó este libro que indaga en los orígenes del tango y la influencia de los descendientes de aquellos esclavos negros en los balbuceos iniciáticos del tango, que evidentemente fue creado por ellos. En tal sentido, escribe:

  
     -Gracias a la amabilidad del doctor Ernesto Celesia  hemos podido aclarar otros aspectos de las reuniones de los negros en los últimos años de la dominación española.
     Este prestigioso historiador, puso en nuestras manos una importante documentación, sobre este aspecto, que completa la mencionada anteriormente.
     Se trata de un inventario y tasación de la casa donde se reúnen los morenos, llamada Casa y sitio del tango. Esta última palabra me llamó enormemente la atención, ya que vimos en ella a su idéntica, con la que se denomina en nuestros días cierta música popular. En latín el verbo tango-is significa tocar, palpar, tener contacto con mujer, gustar, probar, robar, etc.
     Pero a pesar de la identidad del significado término latino, con lo que eran esas casas de tango de los negros porteños, recordemos que pocos años antes se designaba al  lugar similar con la palabra tambo...  Y sin querer ser filólogos, creemos que de tambo a tango  hay un solo paso.
     En una revista de finales del siglo pasado , debajo de un dibujo que representa a dos negros bailando, se enuentra escrita la palabra tango.
     Sirva esto para  suponer que la denominación de la popular música porteña tiene algún punto de conexión con el baile de los negros.
                    

Al margen de lo que desliza Rodríguez Molas en su libro, que he extractado en esta breve exposición, he revisado muchos libros, apuntes, notas de periódicos, revistas antiguas, he asistido a conferencias,  y lo tengo muy claro. El baile fue inventado por los negros y precisamente por ello, por el abrazo sensual que atentaba contra las costumbres de entonces, estuvo ignorado y perseguido por la sociedad, debido a la moral imperante en aquella época.

martes, 3 de diciembre de 2019

BIEN MILONGA

     Tu conoces el secreto de los tangos
     y es por eso que los bailas como nadie,
     y en los brazos que te abrazas
     que mística que pasas
     danzando en el salón.
     Sacerdotisa del tango,
     sacerdotisa sentida,
     rito es el tango en tu vida
     y el tango que tú amas
     te quema en su llama.
                   Horacio Sanguinetti

Como les pasa a las que vienen a BIEN MILONGA todos los martes del año. Sobre todo al escuchar esos compases rítmicos de aquellas orquestas que nos dejaron un legado maravilloso. Y claro, los varones milongueros se ponen al día en la noche convidante de esa pista que tenemos en la Casa de Aragón madrileña, con las milongueras que nos frecuentan.


Siempre vienen bien unos masajitos visuales, de esos que estimulan el cuore y los remos, como paso previo a la milonga de esta noche. Por eso me mando un vaivén turístico-milonguero por diversos salones con el fin de ir relojeando el aperitivo y así estimular las sensaciones previas.

El primer paso me lleva a la Milonga Bien Ankara. Es en dicha  ciudad de Turquía, donde están Federico Naveira y Sabrina Masso. Que son quienes bailan el tango Cuando llora la milonga por la orquesta de Alfredo De Angelis.

                               
Me  corro hasta la ciudad de Cheliábinsk, en Rusia, Acá el evento se llama La vida del tango y podemos ver com grata curiosidad a Germán Ballejo bailando con la Negra Graciela González, el valsecito Corazón de artista, intrerpretado por la orquesta de Juan D'Arienzo.

                                          
Y cierro el periplo viajero en Montreal (Canadá). Me presento en el Gran Bal du Tango que se desarrolla en el Teatro Rialto y asisto virtualmente a esta exhibición de Ney Melo y Melina Mistral bailando La vida es una milonga, por Pedro Laurenz cantando Martín Podestá.

                                          
Ya está la presentación virtual  y ahora viene la realidad. Esta noche nos encontramos...
                                           

sábado, 30 de noviembre de 2019

Leopoldo Federico:

Mi tercer pulmón

                                        


   -¿Cómo conoció el bandoneón?
    Lo conocí de pibe porque mi papá tocaba como aficionado. Empecé a aprender de a poco, a escondidas, tocando de oído. Nosotros vivíamos en el Once.
   -¿Porque cree que encajó tan bien en el tango?
    Es difícil saberlo. Porque se adoptó el bandoneón como representativo del género a pesar de no ser de origen argentino. La verdad es que parece fabricado especialmente para el tango. Cuando llegó ya se usaban la guitarra y la flauta pero, evidentemente, era un instrumento que tenía el destino marcado para venir a afincarse acá. Tiene un sonido que se metió en el pueblo, una magia, un misterio.
   -¿Cuál es el secreto de ese sonido?
    El sistema es similar a la armónica. suena gracias al aire que pasa entre unas lengüetas y los peines que las sostienen. Eso genera una vibración. El bandoneón es como una armónica gigante con muchas armónicas adentro,  que tiene un sonido muy particular por la caja y la madera con que está hecho.
   Además tiene una mecánica propia empujada por el teclado, los balancines y demás.
   -¿Cuántos años tiene su bandoneón?
    El mío tiene más de cuarenta años. Cualquier bandoneón alemán de marca, ya sea Premier, Doble A o 3B (como el mío) tiene por lo menos 40 años y la mayoría son de antes de la guerra mundial. Todos los profesionales usamos fueyes de aquella época. No hay bandoneones del mes pasado.
   -¿Pudo blandir los nuevos?
    No, pero tampoco quise intentarlo. He visto algunos bandoneones brasileños y son espantosamente malos. Los que tuvieron bandoneones nuevos me contaron que no sirven para nada.
   -¿Se puede tocar de parado?
    Si se quiere, se puede.
   -¿Pero no es muy pesado?
    No, porque al apoyarlo sobre la pierna, el peso se descarga en parte sobre la rodilla. Con una silla, una banqueta o un lugar donde apoyar el pie, alcanza. Piazzolla solía tocar parado. Yo toco sentado por comodidad y porque mi físico me impide estar mucho tiempo parado.  Tendría que andar cambiando de posición permanentemente.
   - ¿Qué opina de los bandoneonistas jóvenes que están surgiendo?
    La mayoría son extraordinarios. No quiero hacer nombres para no olvidarme de ninguno. Pero hace poco se convocó a un concurso para cubrir una vacante en la Orquesta del Tango de Buenos Aires, que dirigen Carlos García Y Raúl garello. Se qué de los ocho que se presentaron, hay cinco entre los cuales el jurado está indeciso porque son todos muy buenos. A algunos de ellos los conozco y sé que son pibes que van a andar una maravilla.
   -¿Qué siente por el fueye?
    Tengo las mismas ganas de tocarlo y el mismo sentimiento que cuando empecé hace 55  años. Siento que respira por mí. Es un pulmón más que tengo metido ahí adentro.

(Reportaje realizado por Carlos Bevilacqua para la revista El Tangauta, realizado en noviembre de 1998)

                               

martes, 26 de noviembre de 2019

BIEN MILONGA

  Novela del bailarín
  que escrita está,
  un trozo en cada salón
  de mi ciudad.
  De la Unione al Augusteo
  con ella te veo
  soñando a compás.
  Silenciosos van los dos
  y de amor habla la voz
  de la orquesta en sus floreos.
         Fco. García Jiménez

Martes 26 de Noviembre.... el año se espira y BIEN MILONGA te inspira... Sí, para que sigas milongueando con garbo, a compás, respetando la circulación y con esa música que te lleva en volandas por la pista y que ya estoy armando...

Desde las 21 a las 0 horas, en un ambiente entrañable te recibimos con Charo para que pases una estupenda velada y te vayas a casa con el ánimo por las nubes, aunque sé que la querrías seguir...


Pero bueno, te voy calentando el ánimo con el aliciente de ver a algunas parejas que lucen al compás de aquellas orquestas inoxidables.

Y como recuerdo de un bailarín de prosapia familiar que supo seguir la estela paterna, me gusta ver al recientemente viajero a las estrellas... Julio Balmaceda. Que con Virginia Visconti, en el Parakultural bailan Esta noche de luna, interpretado en vivo por la orquesta Romántica milonguera, cantando Marisol Martínez. 
                                                              

Ahora sí, me subo al avión y me pianto a Alemania. En el Embrace Berlín Tango Festival, son Clarisa Aragón y Jonathan Saavedra, lo que salen al ruedo para bailar el Valsecito de antes, por la orquesta de Juan D'Arienzo.


Y de allí salto a Letonia. Claro, porque me instalo en el El Abrazo de Riga, VII International Tango Festival. Y así puedo disfrutar con Alejandra Mantiñán y Mariano Otero moviéndose al compás de la milonga Campo afuera, que interpreta una orquesta europea.


                                             
Viste que es facilito ..,para ellos, digo.... Pero nosotros la gastamos esta noche...¿sí?

domingo, 24 de noviembre de 2019

Sueño querido

Con este tango me gusta recordar una vez más a ese increíble poeta, escritor, traductor y autor de obras teatrales que fue Mario Battistella. Tal vez no se le haya dado la importancia que realmente tuvo en la historia del tango este hombre nacido en un pueblo de Verona (Italia), al que que le gustaba la vida artística, la bohemia aventurera de los viajes, la música y que despegó pronto de la casa paterna.

Primero recorriendo su país con compañías artísticas. Luego, metiéndose en un barco con tantos compatriotas que buscaban mejores horizontes. A diferencia de aquellos emigrantes que huían de la miseria, gente sin recursos, laborantes con escasa cultura, Battistella ya atesoraba un bagaje importante de estudios, aunque llegara a Buenos Aires llamado por sus hermanos mayores (un varón y una mujer) que estaban regentando un campo en la provincia de Buenos Aires.

                              
Pero al futuro poeta del tango le tiraba la ciudad y Buenos Aires le dió chapa de porteño rápidamente. Se manejaba muy bien con el idioma y la panorámica de época quedaría reflejada en sus futuras composiciones, cuando descollará en el linaje artístico-musical y el tango lo atraparía como rastreador de la esencia que nos emociona.  Realmente su obra es demasiado amplia y muy importante como para que se lo haya dejado a un lado en el reconocimiento a los poetas tangueros.

Bastaría recordar una muy pequeña parte de su creación, en comunión con músicos y con Alfredo Le Pera, por ejemplo: Me da pena confesarlo, Bronca, Melodía de arrabal, Al pie de la Santa Cruz, Remembranzas, Desdén, Cuartito azul, Medallita de la suerte, Cuando tú no estás, No aflojés, Criollita de mis amores, Pinta brava, Mañanita de sol, Rebeldías, P'al nene, Vals de las guitarras, Amores de estudiante, Pampa y cielo y una larguísima lista, a la cual Batistella no le dió mayor importancia,.

Aunque volvió a Europa, estuvo en su casa natal, en España, en Francia, trabajó con Gardel y Le Pera en las películas del cantor, aportando ideas, temas musicales y demás, Buenos Aires era su raigambre. Las latitudes de su vida viajera lo envolvían en la calidez de aquella ciudad donde el tango sembraba pasiones, agigantándose en la voz y la imagen de Gardel. Pero el aporteñado poeta, no se dejó tentar por el lunfardo que tenía muchas raíces itálicas y muestra en cambio, la calidad estética de su prosa y poesía en tantas creaciones que pegaron fuerte en las almas tangueras.

                                 

También es cierto que Battistella desdeñó gran parte de la cuantiosa obra que realizara en forma de canciones de todo tipo. Y es en este tango, como él mismo lo señala, donde desnuda una especie de autoconfesión sobre su vida. Ángel Maffia, hermano menor de Pedro, le pondría música a dichos versos y además se lo mostraría a Gardel en Francia, que se entusiasmaría con el tango y lo grabaría con sus guitarristas Barbieri,  Pettorossi, Riverol y Vivas, en 1932 y 1933..

Los veinte abriles daba yo
y ya deseaba recorrer el mundo
que me ilusionó.
Mi pobre vieja en su pesar
lloró de pena
y en alas de mi sueño
abandoné el hogar.
Mi porvenir interrogué
y aunque me dijo el sabio que era oscuro
proseguí con fé.
Soñaba al son de mis primeros años
sin ver los desengaños
pero desperté.

En un momento de su vida, de su confortable fama, de sus reiterados éxitos, también irrumpen las transacciones afectivas con su doble cara, pervive un resentimiento consigo mismo, siente una desilusión preventiva quizás, el mapa sentimental, los sueños lacerados. Todo ello le hace avizorar un futuro distópico. El que lo enfrenta a aquel otro de la flamante juventud cargada de ilusiones que lo llevó a una aventura incierta, pero en la que imaginaba una abundante fuente de maravillosos descubrimientos.

Sueño querido
de mi tierna y bella juventud.
fuiste espantado por
la negra ingratitud.
Solo me queda
de tu mágico esplendor
el yelmo roto
de triste soñador.
Por eso cuando
llega a mi alma
el lúgubre doblar
de las campanas
me dan ganas de llorar.
Sueño querido
ha pasado tu carroza,
para siempre ya te has ido
y no volverás.

Y este letárgico deschave masticado y trasladado a la poesía, al género que lo consagrara lejos de su tierra, sale a la luz con gran tensión emocional.  Aposentado en traiciones que hacen mella en su espíritu y así el resentimiento se encarna en tango de envergadura. Porque el desánimo no hace aguas en la estética del poeta que se encuentra ante la opacidad de todo lo que le rodea. 

Quise ser bueno y solo fui
romántico Quijote para el mundo
que se rió de mí.
En la amistad y en el amor
ful traicionado
y en la mitad del pecho me clavó el dolor.
Todo ilusión tan solo fue
que se esfumó con la primera estrella
del amanecer.
Casi me pierdo en esa noche oscura
soñando en las alturas
pero desperté.

En aquel festival de Tango que se realizó el 7 de agosto de 1972 en el Teatro Colón, y al cual tuve el enorme gusto de asistir, Roberto Goyeneche lo cantó acompañado por la gran orquesta del maestro Horacio Salgán. Vale la pena recordarlo.
                                 
                                      
                                                                    

                                   

jueves, 21 de noviembre de 2019

Envío a Celedonio

    Modo compadre de cantar, modo compadre de vivir, modo compadre de alcanzar hazañas, en todas te inscribís con un estilo ganador atesorado en calles con aire de selva y color de aventura, y en donde pedir perdón era ceder hombría. Por tu vitalidad, por tu fervor, por tu alegría, por tu desenfado, por tu manera clara de exponer el sentimiento, sos de la raza de los poetas colonizadores. Pese al riesgo de que algún pedante se encabrite aguijoneado por el prurito del escándalo, te diría que de haberte interesado por otra temática que no fuese exclsivamente la del barrio y sus criaturas hubieses podido ser una especie de Walt Whitman con antecedentes en Carriego.

     Los poetas comúnmente estás devorados por la melancolía. De ella se amamantan y estructuran su vivir. Consiguen como respuesta atrapar unos versos, cincelar alguna imagen, y con eso se engañan, se extasían como pájaros hipnotizados por una copa de verdor irreemplazable. Porque lo más hermoso de la vida no está allí en sitio de clausura, sino en todo lo demás que corre, fluye, brilla y se desparrama en las corrientes generales de las cosas.

    A esa madre de enfermos y románticos, de delicados y exquisitos le rendiste obediencia en la medida que correspondía. La calle, la misma calle que a tantos otros convierte en malandrines o en horteras o en guapos de relieve efímero, a vos te dio la necesaria fiereza como para no dejarte arrinconar por el equívoco juego de las palabras, te dio el atrevimiento, el temple que se adquiere en el baldío o en la esquina tumultuosa. como para hacerle un guiño tierno y callejero a las tinieblas que se suelen amontonar entre las sienes de los conjurados del verso y la metáfora.

    Kid Cele, ¿a quién le habrás dado el puñetazo más certero en tu corta pero tan comentada carrera pugilística? Pienso que no fue el rival circunstancial que te fijó la cartilla boxística, sino el escéptico de cigarrillo y café que no creía en la demoledora fuerza de tus versos. ¡Qué ganchos, qué uppercuts los de tus letras! Con Mano a mano diste en el plexo de la gloria, con Corrientes y Esmeralda en la mandíbula de la inmortalidad. Hay otros aciertos en tu carrera de autor-boxeador que arroja piñas con indeclinable justeza en el esquivo rostro de la fama. Con lo nombrado basta ¿o acaso no basta un pétalo para denunciar la calidad de la rosa originaria?

    Cele, sé de memoria cualquiera de tus letras. desde la prepotente de Margot hasta la rezongona y bravía de Mala entraña. La exactitud de tu léxico es la de un atleta que baja una marca. Sabés definir con certeza sin otra retórica que la que manda tu lunfardo, y en los períodos de cada estrofa te manejás con la comodidad de una paloma en la mitad del cielo. Nadie te superó en oficio, en la maestría de construir leyendas y personajes, adversidades y fortunas dentro del rígido perímetro de los octosílabos. Tenías el poder que se asimila leyendo a los clásicos de la lengua, pero a tu Garcilaso lo educaste en el tango que salpica desde el empedrado, y a tu marqués de Santillana lo convertiste en plebeyo que necesitaban las generaciones de una ciudad portuaria.
                                                                                                   

    Tu cédula de identidad, tu marca de fábrica está en tu canto a Villa Crespo. Allí luce como nunca tu estética del chamuyo letrao, que tantas veces por afectado y pretencioso se aleja de lo verdadero.

    Desde hace tiempo hay academias que enseñan a escribir en verso. Desconozco la técnica de la enseñanza, pero una duda me hace abrir los párpados. Estos maestros de la imposible ¿no confundirán gramática con arte, el peso de una frase con los imponderables de una imagen, regímenes de acentuación con el orden angélico de lo inefable?

    En ese canto al barrio, Cele, además de cumplir con el primer precepto, que es el de deleitar, introducir como al descuido una academia de poesía en cada cuarteta, sobre la misma marcha de los versos desarrollás tu propio Siglo de Oro entremezclado con la mistonga musa. Nos revelás, en fin,  que esta ciencia es lo más parecido a un juego, a una costumbre natural entre los hombres.

    Se dice que por respeto a las grandes figuras de tu época preferiste ampararte en el vocabulario de la calle. ¿Será verdad? ¿No habrá sido una astucia de tu parte mezclar lenguaje culto y lenguaje popular, sabiendo que en esa identificación estaba el detonante que reclamarían los jóvenes de un tiempo posteior al tuyo?

    Poeta de una milonga escrita para patios, cultor de la amistad papusa y de la lira rante, siempre serás el taura de la canción maleva, el intérprete máximo del arrabal vestido de mistonguería, el bardo milonguero cuyos versos sigue entonando, hoy como ayer, Carlitos.

                                                                             OSVALDO ROSSLER


    

martes, 19 de noviembre de 2019

BIEN MILONGA

         Así es el tango

         En el llorar,
         garganta de bandoneón.
         En el bailar,
         taquito repicador.
         Ya lo sabés,
         eso es todo lo que expresa y más,
         el tango embarullao
         de mi ciudad.

                   Homero Manzi



Martes 19 de noviembre y nos aprestamos para vivir otra noche súper milonguera en la pista tan bien puesta de la Casa de Aragón-Madrid. BIEN MILONGA  funciona a full desde las 21 a las 0 horas, con el repertorio clásico, para los bailarines de tango, que convoco a través de los discos.

      

Como de costumbre me doy el consabido rodeo por otras pistas lontanas con el fin de ir afilando los remos para la velada de esta nochecita.

Y así me planto en el Winter Tango Nápoles, de Italia, donde la pareja que integran Noelia Hurtado y Carlos Espinoza, bailan el tango El Tigre Millán, por la orquesta de Juan D'Arienzo, cantando Alberto Reynal..
                                  

Acto seguido  me mando a las hermosas islas griegas. Más concretamente al Lesbos Internacional Tango Meeting. Allí,  la dupla local: Loukas Balokas-Georgia Priskou, son los que se lucen con este valsecito: Bailando me diste un beso, por Francisco Canaro, su orquesta y sus cantores Alberto Arenas y Mario Alonso.
                                     
Ahora un salto lungo hasta llegar al Singapur Internacional Tango Festival. Porque así puedo  disfrutar viendo a Sebastián Arce y Mariana Montes bailando la milonga: Reliquias porteñas, interpretada por un conjunto invitado al festival. 

                                         
¿Viste todo lo que te despierta el tango milonguero? Esta noche nos sarpamos...

domingo, 17 de noviembre de 2019

Muchacha

Domingo de valsecitos que alegran el alma y combaten el frío invernal. La pista de baile se convierte en un aleteo de cuerpos que danzan girando al ritmo de esas grabaciones que son como la música que florea el pentagrama. La nostalgia romántica nos inunda de títulos que vibraron en mi infancia, adolescencia y primera juventud. Esos valsecitos que preparaban para los novios en la fiesta de casamiento. Los que tocaban guitarreros y fueyes orejeros en su recorrida por los cafés de los barrios para pasar luego el platito... Los cantores que daban la serenata a las novias a punto de casarse.

Es cierto que Lágrimas y sonrisas, La loca de amor, Un placer, Desde el alma, El aeroplano, Orillas del Plata, Pabellón de las Rosas y tantos otros, fueron los primeros que entraron en los oídos y el corazón de los porteños. Los que abrieron el camino para que flamearan en el repertorio de las Orquesta típicas. Desde entonces, el memorial nos recuerda que han florecido infinidad de páginas con este ritmo alegre, contagioso,  en su travesía dentro del espíritu y el entramado tanguero.

                           
Homero Manzi

Homero Manzi, con su paleta descriptiva, la fuerza mineral de la palabra, dibujando a esos personajes heridos y melancólicos, bucea en la arena del olvido, retoma las viejas costumbres del barrio, capta la zozobra de lo genuino en el dolor de una muchacha abandonada por el amor que creía eterno y hurgando en esas batallas del desamor, compone este valsecito, al que Félix Lipesker le puso música.

Muchacha, me han dicho
que sufres de amor,
que a veces muy sola
te han visto llorar.
Que pasas las tardes
detrás del balcón,
leyendo las cartas
de aquel que no está.

Qué importa, muchacha
si un día se fue,
sin causa de enojo
sin causa de adiós. 
Muchacha, la tarde
se ha puesto a llover,
Cerrá, cerrá
el balcón...

La fulgentes pavesas de ilusiones se van apagando. La realidad y el deseo chocan abruptamente en el corazón de la muchacha. El desgarro, la zona de sombras, también las viviría el gran poeta y hombre de letras y cómo no iba a comprender el dolor de ella. Por eso intenta disipar en la frustrada novia los pensamientos autodestructivos que conoce de cerca. Las cosas transitorias, el esplín que la consume en su laberinto sentimental, le dan pie a Manzi para ejercer de poético consejero, con verba impulsiva.

No sigas triste,                                             
buena muchacha,
no te conformes
al desengaño.
Ahoga ese llanto
que todo pasa,
pasan las penas
como los años.

Falsas promesas,
versos mentidos,
cartas lejanas
versos perdidos.
Todo, muchacha
se irá al olvido,
cuando otro nombre
te haga soñar.


Manzi y Félix Lipesker compusieron juntos éste y otros hermosos valsecitos como: Gota de lluvia, Romántica, Más allá y Tu nombre. Todos realmente deliciosos como Muchacha, que grabara Francisco Canaro con su orquesta y el cantor Eduardo Adrián, el 29 de diciembre de 1942. Y que podemos escucharlo ahora mismo.

                            

martes, 12 de noviembre de 2019

BIEN MILONGA

Muchachos, en esta milonga
un fueye rezonga llamando a bailar
y cada vez  que escucho un tango
parece que ella me está hablando.
¡Qué cosas tiene el corazón!
Uno se ríe del amor
y al fin por él vive penando.
   Carlos Russo


El fueye, el piano, el contrabajo y los violines, anche el cantor, nos llaman a bailar todos los Martes en BIEN MILONGA. Un clásico en Madrid desde hace seis años, que arranca a las 21 y sigue hasta las 0 horas, con la música que nos hace volar y soñar en la pista, en un ambiente entrañable. José María y Charo te reciben en la Casa de Aragón, sita en Pza. República Argentina nº 6.


De paso cañaso y a modo de aperitivo, ya sabés que me gusta darme un rodeo por esas pistas milongueras del ancho mundo, donde no hay golpes de estado, sabés, y el tango nos redime de tantas atrocidades que vemos, leemos y escuchamos a diario. 

Arranco por el Gante Tango Festival, en esta ciudad belga, para ver a Fabián Peralta y Josefina Bermúdez Ávila, que saltan al ruedo con el tango: Mi vida en tus manos, por la orquesta de Rodolfo Biagi, cantando Hugo Duval.
                                                          

Un piccolo viajecito hasta Nantes (Francia), instalándonos en Las Noches blancas del Tango. Y allí vemos en acción a Magdalena Gutiérrez y Germán Ballejo, bailando el valsecito Isabelita, por la orquesta de Enrique Rodríguez. Canta Armando Moreno.

                                     
El regreso a Bélgica. Concretamente a La milonguita, en Bruselas. Acá podemos ver en acción a Mariela Sametband y Guillermo Barrionuevo luciéndose en una milonga: El desafío. Interpreta la orquesta de Aníbal Troilo, cantando Fiorentino y Alberto Marino.

                                      
¿Viste qué lindo? ¡Pues esta noche nos toca a nosotros gastar suela a rolete!