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sábado, 30 de enero de 2021
Chamuyo a la calle Corrientes
viernes, 29 de enero de 2021
El tango canción
Originalmente danza, luego de un proceso de transformación temperamental y estética, el tango fue también canción. Apareció la letra ya con un sentido literario argumental. A poco queda establecida una diferenciación externa de forma y expresión, entre el tango para bailar y el tango para cantar, pero conservando ambas modalidades -como habría de serlo posteriormente el tango exclusivamente para ser escuchado- esencias comunes de ritmo y melodía.
Correspondió a Carlos Gardel llevar al escenario del teatro Esmeralda (actualmente Maipo), los versos que Pascual Contursi escribiera para el tango Lita de Samuel Castriota y que pasarían a la inmortalidad con el título de Mi noche triste, inaugurando una forma del género totalmente desconocida por entonces.
Al año siguiente, la compañía Muiño-Alippi incluyó en el acto de cabaret del sainete de José González Castillo y Alberto Weisbach: Los dientes del perro, el tango Mi noche triste, que alcanzó en los labios de la actriz Manolita Poli una clamorosa dconsagración.
Manolita Poli |
Y también el tango se había impuesto en los escenarios teatrales desde que Roberto Firpo apareciera con su orqueesta en el sainete Cabaret Montmartre, de Alberto Novión. Fue la iniciacvión de toda una época del sainete porteño, en que resultaba imprescindible la aparición de una orquesta típica en escena, y el estreno de algún tango cuya anticipada popularidad aseguraba la permanencia de la obra en cartel.
Por otra parte, muchos cantores y cancionistas encontraron en el éxito de un tango incluído en algún sainete, el espaldarazo de su gran triunfo artístico. Bastaría recordar a Ignacio Corsini, conducido a la fama por su interpretación del tango Patotero sentimental (Manuel Romero-Manuel Jovés), y a Azucena Maizani por la creación de Padre nuestro (Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza).
Pero es necesario destacar, que el tango canción tenía acceso en los escenarios teatrales, aunque no se habían incoporado todavía los vocalistas a las orquestas, modalidad que correspondió también introducir a Francisco Canaro, con motivo de los concursos organizados por la empresa Max Glücksmann.
Es decir, que hasta entonces el tango cantado estaba reservado exclusivamente a los intérpretes solistas acompañados por guitarras (José Ricardo, Guillermo Barbieri, José María Aguilar, Horacio Pettorossi, Domingo Riverol, Rosendo Pesosa, Manuel Parada, Enrique Maciel, Rafael Iriarte y Vicente Spina, entre los guitarristas más destacados), mientras las orquestas típicas ejecutaban repertorios exclusivamente instrumentales.
Luis Adolfo Sierra (Historia de la Orquesta Típica - Evolución Instrumental del Tango)
Y vale la pena volver a escuchar ese primer tango cantado por Carlos Gardel y grabado en mayo de 1917, acompañado por la guitarra de José Ricardo.
jueves, 28 de enero de 2021
Aquellos concursos...
El cantor de orquesta -corre 1928- ha cobrado importancia en una de las ideas que se juegan para fortalecer el atractivo público del Tango: los concursos de obras. Han sido iniciativas de Max Glücksmann. Se realizó el primero en 1925, en la sala del Gran Splendid de la Avenida Santa Fe; lo ganaron Francisco Canaro y Juan Caruso con Sentimiento gaucho.
En 1926, fue el segundo: El brujo, de Juan Carlos Bazán y Eduardo Carrasquilla Mallarino. El tercero -1927-, para Noche de reyes, de Pedro Maffia y Jorge Curi. En el 28 ha ganado Piedad, de Carlos Percuoco y Luis De Biase. La divultación de los temas premiados es grande. Pero está claro que las composiciones -sobre todo en los certámenes más recientes -lo mediocre y lo cortado sobre moldes consabidamente triunfantes es más numeroso que lo inventivo.
Algunas obras tocadas en las Fiestas de carnaval de 1929 |
Falta, sobre todo en las letras , un empujón renovador. Unos poetas tan buenos como los que ya han hecho lo muy bueno conocido, y que con la edad de los tiempos que vienen, tengan aclarado como aquéllos que la mayor novedad es siempre la fantasía. Unos talentos que vengan a abrir las ventanas de las formas y los modos y los temas para que la ventilada refresque las viejas cuestiones, asesine a los mimeógrafos de editorial y mande a la basura unas budineras tanguistas usadas hasta la hartura.
Alguien que... bueno, vamos a encontrarlo dentro de un rato entre el gentío que aniega de gritos la primavera por la Avenida de Mayo.
(Horacio Ferrer - El Libro del Tango)
Podemos esuchar a Oscar Alonso, acompañado por la orquesta dirigida por Carlos García, cantando el tango de Percuoco y De Biase: Piedad.
sábado, 23 de enero de 2021
Discépolo, el viajero (II)
En el viaje con sus compañeros, por Mallorca, cuando deciden volver comprueban que se han quedado sin dinero para los pasajes y deben ir a Valencia para algunas presentaciones. Entonces a Discépolo se le ocurre ir actuando por ciudades por la costa, para recibir como compensación lo necesario para los pasajes. Y así van desfilando por pequeños pueblos, así como porAlicante, Cartagena, Cádiz, Sevilla...
Tania y Discépolo paseando por Madrid |
Y como recordaba poéticamente en sus charlas por radio Belgrano: "Sevilla es la fiesta del sol, del cielo azul y del perfume. Un perjume a jazmines que inuda las calles, que parece olerse en las manos, en la sábanas, en las paredes... Un perfume que sale de las ventanas enrejadas, de una de esas ventanas enrejadas, de una de esas ventanas misteriosas en la que una noche, emocionado, me detuve a escuchar un tango mío..."
Le encanta realizar esos paseos visitando la Giralda, los jardines del Alcázar. Y alternar de paso con la gente que tiene esa simpatía característica de los andaluces, charlando.
En Sevilla me sucedió algo raro. Yo, que en la Argentina jamás había soñado con escribir una zamba, la pensé y la escribí allá lejos. fue entonces que hilvané los primeros compases de "Cascabel prisionero". Parece absurdo, ¿verdad?, pero lo hice porque los recuerdos me empujaban y porque de esa manera, inconscientemente, me acercaba a mi tierra, a esa Argentina cuya presencia volvía siempre a manotearme..."
Y seguirán actuando en Portugal para volver luego a España con sus acompañantes (Tania, Lalo Scalise, Andrés Romeo, Luis Gandolfo y Carlos Vidart con su esposa e hijos). Deciden entonces saltar el estrecho y pasear por Marruecos a la que Enrique definirá como un cielo muy alto y unas estrellas muy bajas....
Discépolo dirigiendo a la orquesta en "El patio" de México
A la gente no la pude ver porque iba envuelta en ropa. Es una ciudad que parece una enorme tienda de ropa vieja en la que de pronto los trajes se han echado a andar por su cuenta. La mayor emoción del viaje la tuve en Tetuán un día que salí a comprarme unas babuchas y me fui al barrio morisco dde los mercaderes. En un tugurio subterráneo, un viejo babuchero me ofreció su mercadería. Mientras yo elegía entre las chinelas bordadas, un gramófono destartalado, de aquellos con bocina que se usaban hace 20 años, empezó a moler las notas de "Yira... yira".
Y mientras el gramófono tocaba, el babuchero -viejo judío sefardita-, se puso a tararear la letra en su media lengua hebreo-hispanoamericana: "Cuando la suerte que es grela / fayando y fayando / te largue parao..." Al oír estas palabras que yo había escrito hace tiempo y a varios miles de kilómetros de distancia, al oírlas en Tetuán y en boca de aquel anciano babuchero, sentí una emoción extraña que me hacía un nudo en la garganta. Y al salir de allí , dí por bien empleados los desvelos que me habían costado mis tangos. Todos eran poco para pagar aquel momento que me había conmovido hasta las lágrimas.
Después volverán a Madrid, de allí a París para algunas actuaciones y... otra vez Buenos Aires, en noviembre de 1936, donde lo espera el cine, el reencuentro con los viejos amigos y sus tangos. En 1944 estará instalado en la vecina Uruguay. En el Teatro Solís montevideano presenta su "Wunder Bar". Posteriormente se van a Punta del Este donde decide abrir una boite, con el nombre de la obra teatral., que terminará administrando Tania. Regresarán a Buenos Aires a mitad de año.
En casa de Cantinflas: Luis Aldás, Benard, Cantinflas, Manzi y Discépolo
El siguiente viaje es un gira breve por varios países de América Latina representando a SADAIC, la entidad de la cual pasa a ser vicepresidente. Y así arrancan por Chile, saltan a Bolivia, Perú... y Cuba. Es la época en que los norteamericanos acuden a la isla para sus placeres de apuestas y sexo. Cuando Discépolo ve la enorme cantidad de boites y cabarets lujosos, con grandes luces, comentará: "Este es un pic nic con presidente".La gira termina en México y a mediados de diciembre regresan a Buenos Aires.
Justo un año más tarde, después de dirigir una obra de teatro (Rosa de Argel),
se apresta a volver a México, para dar cumplimiento a un contrato.
Viaja solo, en barco como único pasajero del vapor de carga "Río Dulce".
Allí, actuará en teatro y también en la célebre Boite "El Patio".
Artistas y músicos argentinos estaban entonces por allí: Chupita
Stamponi, Amanda Ledesma, Alfredo Malerba, Agustín Irusta, Tita Merello. También estaban Canaro, Lomuto y Mariano Mores que venían de un Congreso de Autores en Estados Unidos.
Sigue la gira por Cuba y regresan a México. Discépolo entabla gran
amistad con Cantinflas.Lo visita seguidamente en su casa donde también
acuden Luis Aldás, Homero Manzi, que viaja por SADAIC y otros.
1947. Los colegas reciben a Discépolo y Tania al regreso de México |
En México, Discépolo vive un romance con una muchacha (Raquel Díaz de León), con la cual tendrá un hijo. Tita Merello y Luis Sandrini, que están en ese momento trabajando allí, serán los padrinos del niño. Cuando Tania se enteró, fue a buscar a Enrique, lo amenazó y se volvió con él a Buenos Aires. Discepolín no volvería, la tristeza lo perseguiría muchas veces y moriría el 23 de diciembre de 1951, sin haber reconocido al hijo.
(Algunos datos extraídos de "Discépolo y su época"- Norberto Galasso)
miércoles, 20 de enero de 2021
Discépolo, el viajero (I)
-Los dos estaban tuberculosos y trataban de ocultarlo ellos mismos, de aturdirse y todo era inútil. Se me empezó a aparecer entonces la idea del alcohol, del aturdimiento, de no pensar en los males que no tienen remedio. Con este tema no podía hacerse un tango. era demasiado tétrico. Recogí, pues la semilla. Luego la trasladé a la ciudad y la ciudad le dio forma.
sábado, 16 de enero de 2021
Juan Carlos Copes
Nos acaba de dejar un grande del tango bailado. Un milonguero que supo progresar, estudiar y dedicarse a los escenarios. Triunfó en Buenos Aires, en París y en Estados Unidos, donde fue aplaudido por grandes artistas. Tango Argentino fue el espectáculo que lo consagró en los escenarios europeos y norteamericanos, junto a su gran pareja, María Nieves.
Estaba retirado por sus molestias, pero siempre lo recordaremos por todo lo que hizo en el tango como bailarín. Lo vi en Karim, en Caño 14, lo conocí, lo traté, un tipo que sabía lo que valía pero nunca se pasó de la raya en cuanto a su comportamiento con la gente. Quería ser futbolista, pero triunfó su pasión tanguera-milonguera y se dedicó de alma a ella.
Con María Nieves consituyeron una pareja que hizo historia, aunque como tantas otras duplas del tango terminarían separándose, pero después de haber mostrado su compenetración y sentimientos en el género. Copes llevaba tiempo mal de salud, estaba enclaustrado en su casa, con su esposa, y apenas salía. Tuvo coronavirus hace poco, parecía curado pero no llegó a reponerse del todo y a sus 89 años, se fue definitivamente.
Hoy lo recuerdo con estas imágenes que lo muestran incluso como coreógrafo, en 1974. QEPD.
Farol
Un arrabal con casas
que reflejan su dolor de lata...
Un arrabal humano
con leyendas que se cantan como tangos...
Y allá un reloj que lejos da
las dos de la mañana...
Un arrabal obrero,
una esquina de recuerdos y un farol...
Homero Expósito venía de Zárate y quiso conocer aquellos barrios donde el tango se había aposentado tempranamente. Y vaya si supo expresar su visión, su itinerario por esas calles donde el faro nocturno iluminaba el pobrerío, las tramas de la vida de aquellos obreros que madrugaban para poder sobrevivir con sus familias. La capacidad de transmisión emotiva, su visión sobre el barrio en el devenir del tiempo, el caudal sanguíneo de unos vecinos que van y vienen por esas calles grises con su carga de angustia, lo lleva a representar en el farol el símbolo del ayer y hoy.
Si Homero Manzi fue el gran poeta del sur porteño, si Cátulo Castillo y Julián Centeya habitaron en ese arrabal y lo pintaron maravillosamente en sus letras de tango, habrá que tener en cuenta que Barrio de tango lo creó Manzi en 1942 y el enorme Sur, en 1948. Cátulo hizo otra hermosa acuarela: Tinta roja, en 1941 o El último farol, en 1969. Expósito escribió Farol en 1943. O sea, también supo atrapar y pintar en su momento, con imágenes poéticas, nostálgicas, los aledaños tristres de la ciudad radiante, luminosa. Y las angustias existenciales en la cotidianeidad de aquellos humildes obreros.
las cosas que ahora se ven...
Farol,
ya no es lo mismo que ayer...
La sombra,
hoy se escapa a tu mirada,
y me deja más tristona
la mitad de mi cortada.
Tu luz,
con el tango en el bolsillo
fue perdiendo luz y brillo
y es una cruz...
Allí conversa el cielo
con los sueños de un millón de obreros.
Allí murmura el viento
los poemas populares de Carriego,
y cuando allá a lo lejos dan
las dos de la mañana,
el arrabal parece
que se duerme repitiéndole al farol....
Farol,
las cosas que ahora se ven...
Farol,
ya no es lo mismo que ayer...
Roberto Goyeneche acompañado por la Orquesta Típica Porteña dirigida por Raúl Garello hizo una hermosa interpretación en 1981. Pero siempre recordaremos esa grabación de Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel que tanto nos llegaba. Lo llevaron al disco el 15 de julio de 1943 y podemos revivirlo una vez más.