Arrabal

El hecho de que Osvaldo Pugliese arrancara todas sus presentaciones en recitales y milongas con este tango, dice a las claras de la importancia que Don Osvaldo dió a esta página del pianista José Pascual.

Este último, marplatense, sucedió a Pugliese en el famoso Sexteto que formaba con Elvino Vardaro. El nuevo conjunto que nace en 1933 lo integran: los fueyes de Aníbal Troilo y Jorge Fernández, Hugo Baralis  y Vardaro en violines, Pascual al piano y Pedro Caracciolo al contrabajo. Pascual era además el arreglador y en 1934 en el famoso Germinal, estrenan su hermoso tango: Arrabal.

Pugliese decía que consideraba a este tango como una bisagra entre la vieja guardia y la que se iba abriendo paso hacia el futuro, en su condición de tango milonga de corte moderno. De hecho lo grabó en tres oportunidades, aunque a mí la que más me seduce es la que registró el 27 de setiembre de 1974. Si lo habré visto en vivo en la milonga y escenarios...

Pedro Laurenz logró una hermosa versión, muy milonguera, en su versión del 24 de septiembre de 1937. Y también lo dejaron en el disco Francini-Pontier y el Octeto Buenos Aires, de Piazzolla. Curiosamente, Pichuco decía que entre Laurenz y Pugliese le habían extraído toda la savia a ese hermoso tango y que no valía la pena intentar algo mejor. También sostenía que Pascual era un gran músico y mejor persona y que había sido infravalorado en sus reales méritos.

Vardaro y su conjunto. Pascual está parado, a la derecha de Troilo

En 1954, Ástor Piazzolla, muy influído por Gerry Mulligan convocó a un puñado de músicos con la intención de sacudir el mundo musical con su new tango. El guitarrista Horacio Malvicino lo recuerda en su libro El Tano y yo, referido a Piazzolla. "A mí me llamó para incluir por primera vez la guitarra en una formación tanguera, como veía en el jazz". Los conjurados eran: Enrique Mario Francini y Hugo Baralis en violines, Atilio Stampone al piano, Roberto Pansera (luego reemplazado por Leopoldo Federico) y Piazzolla en fueyes, José Bragato violoncello, Aldo Nicolini en bajo, (reemplazado por Juan Vasallo) y Malvicino en guitarra eléctrica.

"Estábamos de nuevo en el Electra -relata Malveta-. El Tano ya estaba ubicado en la mesa. Después de un tiempo aprendí que para él las 18 horas era las 17.30, ansioso como siempre. Y ahora vino la tercera gran sopresa: el Maestro repartió la parte de cada uno (particella en el lenguaje musical), el primer arreglo, el tango Arrabal. Yo esperaba una hojita de papel de música como se usaban en las grabaciones de discos, por lo general sencillas, con redondas, blancas, negras y algunas corcheas. Aclaro que en jazz estábamos acostumbrados a tocar de memoria. No, rotundamente no. Cada particella tenía 4 hojas o más de una escritura intrincada, difícil, imposible de tocar "a primera vista": ¡tenía corcheas, semicorcheas, fusas, semifusas y garrapateas! Sin perder un instante había que ponerse a estudiar..."

"Año 1955. El Octeto Buenos aires está listo para su debut, pero faltaba un detalle que yo desconocía: teníamos que rendir examen y el tema del mismo era no sólo el "armado" del grupo, sino también una pregunta que preocupaba a los integrantes y al Tano: lo que hacemos es tango o no tiene nada que ver con él?....¿Quien será el examinador, el erudito en tangología que escuchará y dará su verdicto?... "Un paladar negro".... Pues bien, el elegido que reunía todas las condiciones y tenía el cartel era nada menos que el señor Osvaldo Pugliese. Querido y respetado por los tangueros de todos los tiempos. ... Como en una misa tribal, una mañana hizo su entrada a nuestra sala de ensayo el Gran Osvaldo. ...El examen con Pugliese fue de lo más agradecido que podíamos imaginar. Bajamos del escenario y los más consagrados, que lo conocían y lo respetaban, se acercaron a la mesa examinadora. Yo por supuesto, miraba de lejos, ya que ni me animé a saludarlo, temeroso por mi origen jazzístico y norteamericano, recién llegado al tango. Y-¡por fin!- habló el oráculo tanguero: "Señores, sí es tango"...

Piazzolla tenía entre ceja y ceja el tango Arrabal y sabía que algún día lo iba a tocar con una formación suya. Fue su primer arreglo para el Octeto.

Se puede notar el cambio armónico y rítmico producido desde aquella fecha (1955) hasta el presente. Los solos a cargo de Francini en contrapunto con Baralis y Bragato; luego se oye el solo de Stampone con Vasallo y Malvicino, Finaliza esta composición con un "tutti" sobre el tema de la segunda parte. (Ástor Piazzolla)

Vamos a escucharlo en vivo con el Octeto en Montevideo, en el año 1956,  tocando este tangazo.

11- Arrabal

Y a continuación a Don Osvaldo Pugliese ejecutando con su orquesta, el mismo tango en el Teatro Colón.