Félix Daniel Frascara |
Les propongo leer la semblanza de Frascara sobre un boxeador para entender cómo se puede hacer literatura sobre un deporte tan duro como el boxeo:
DOMINGO SCIARAFFIA
Será para siempre una postal, la memoria, un testimonio. El brazo derecho cubriendo su mentón y hasta la oreja; el izquierdo cruzando todo el pecho y la tentación hepática. Un caracol enguantado, mil cerrojos, ni a palos abrirá su fortaleza. El Rey del Bloqueo se hizo banca en la esquina de Humberto Primo y Piedras. Millones de trenzadas juveniles edificaron la notoriedad de Mingo Sciaraffia. El personaje creció como paralela: su andar de compadrito y su brevísima voz de flautín, su habilidad para rimar milonguitas, su aire en dos por cuatro y su nariz hundida y orgullosa. Compitió con Mocoroa en el arte de no dejarse pegar y acaso olvidó pegar de vez en cuando. Es el padre adoptivo de un enigma mendocino, intocable también, y misterioso.
Rival de Castroviejo y de Víctor Peralta, del indio Lencinas y de Gulle, de Víctor Castillo y de Escudé, los nombres y apellidos que enmarcaron el oropel de Justo Suárez. Sicaraffia les ganó a todos por cansancio, porque fue superado o superior, pero atravesó las épocas y los gustos, las alzas, las bajas, las tragedias. Con varios enterrados (la expectativa vital era más corta) o sufrientes, siguió con su sistema y su insistencia. Diez rounds, una canción, diez mil amigos. Palabras como pito en el piropo, voceando su clavel en la esquina. Sciaraffia boxeador peso liviano, florista, cantautor, un viejo laberinto con pocos seguidores. El lujo de parar todas las piñas, espìar desde la hamaca y volver a ubicarse en la línea de peligro. Con menos pólvora que luces, más creatividad que contundencia. Así llegó el cantor hasta la meta y allá por el 43 está vigente. Tiene 36 años, la misma presencia de milonga, una guitarra a mano y la nariz casi imperceptible.
Entre peleas oficiales y cuadreras pasó de largo las 300, y dicen que en Sadaic mejorará ese record, con chamamés, guaranias y tanguitos. Ofrece los claveles todavía, camina compadreando el ring del Luna -la zurda de Beulchi no lo asusta- y casi se divierte como un chico. El eco del flautín no lo delata.
Profesional: Campeón argentino Pluma, 1933
Sciaraffia es el 3º por izquierda en un homenaje a D'Arienzo y sus cantores en Radio El Mundo |
Aunque, años más tarde, trabajaría en programas de Televisión y radio, pero no era por la pinta sino porque había seguido la estela de los maestros de aquella época maravillosa en la que tanto aprendí. Incluso viajé por Europa y Estados Unidos comentando las trenzadas de boxeadores como Monzón, Loche o Bonavena.
Mingo Sciaraffia registró unos 200 temas en SADAIC. Hoy lo recuerdo en dos de ellos. La milonga: Pa' que te voy a contar, con letra y música suya, que grabó Alfredo de Angelis con la voz de Julio Martel el 16 de abril de 1948, y el tango Pasajera. Carmelo Volpe escribió los versos, Sciaraffia les puso música y lo registró Juan D'Arienzo cantando Jorge Valdez, el 29 de octubre de 1959.
088 - Pa' que te voy a contar
Pasajera
No hay comentarios:
Publicar un comentario