Vale la pena recordar a toda una figura del tango: Miguel Bucino.
Un
simpatiquísimo atorrante que apenas tocaba de oreja el bandoneón y fue a
probarse de caradura con Francisco Canaro. Tenía 17 años, y al mes y un par
de actuaciones con la orquesta mediante, Pirincho le dijo que le faltaba
mucho para dedicarse a la música profesional. Entonces Miguelito le
explicó que él era un gran bailarín, se trajo una compañera, probaron y el dire
le dio el visto bueno.
A los 20
debutó en el Maipo y ya no paró, viajó con Julio De Caro a Brasil en 1927 y con
Pedro Maffia y Libertad Lamarque de cabezas de un espectáculo, yiró por varias
provincias.
Fue
bailarín profesional unos veinte años, actuó en comedias musicales importantes,
enseñó a bailar a varias personalidades mundiales, viajó por toda América y
entre otras cosas fue secretario de Canaro que estrenó algunas obras suyas.
Bucino y una compañera |
Cuando
se dedicó a componer y escribir, consiguió verdaderos golazos. Entre sus casi
70 composiciones hay algunas de gran resonancia popular: No va más, Una
carta, Y siempre la misma historia, La mañana, El viento me cuenta cosas,
Guitarra, Café de barrio, Tedio, Decile que vuelva (genial Castillo con Tanturi – 27-5-1942)) El corazón me engañó, Lo pasao pasó
(Maravilloso Rufino con Di Sarli- 23-11-40), Milonga del corazón.
Cuatro recuerdos (vals ), Que me
quiten lo bailao y una ristra de temas exitosos. Su vida aventurera
está reflejada en el tango Bailarín
compadrito, que compuso recordando su propia historia, cuando
arranca de Avellaneda para el centro. Gardel se lo grabó con las guitarras de
Aguilar y Barbieri en 1929, después que Razzano se lo rechazara. Se hicieron
amigos y Gardel lo utilizaba de secre en el hipódromo.
Me lo encontré muchas veces en la arena de Palermo y lo invité al
programa que teníamos con Papaleo en Radio Argentina los domingos de 8.30 a 12.30 am.
Simpatiquísimo y entrador contó infinidad de anécdotas en el micrófono.
Para adornar el diálogo puse su tango Tedio
por Troilo con Marino, que lo tenía a mano en un LP. Se quedó pensativo y luego
me dijo: “Sabés que… a veces
pienso cual es mi mejor tema y creo que es justamente este que pusiste y que
hice una tarde de lluvia en un momento de melancolía y tristeza por esas
separaciones que se producen en la vida….”.
Su gran mérito es que escribía y musicalizaba él mismo la mayoría de los
temas que pergeñaba.
Falleció a fin de ese año 1973 en que lo llevamos a la radio.
Acá van dos de sus muchos temas.Tedio por Miguel Caló con Roberto Arrieta (14-9-1945)
y Música de mi Argentina: Juan D’Arienzo con el rosarino Juan Carlos
Lamas (23-61943).
Que me quiten lo bailao
Tango – 1942
Música y letra: Miguel Bucino
Música y letra: Miguel Bucino
.
Mano
abierta con los hombres, querendón con las mujeres,
tengo dos pasiones bravas: el tapete y el champán…
Berretín con la milonga, metejón con los placeres,
unas veces ando pato y otras veces soy bacán.
¿Qué querés que le haga, hermano? ¡Si es regalo del destino!
¡Si el afán de hacer el paco nunca ha sido mi virtud!
Me electrizan las burbujas y los ojos femeninos
¡desde aquellos dulces días de mi alegre juventud!
.
Pero yo no me arrepiento
de haber dado curso al vento
que en la vida derroché.
Tuve todo lo que quise…
y hasta lo que yo no quiero
la cuestión que disfruté.
Mi conducta fue serena,
yo fui pródigo en la buena
y en la mala me encogí.
Fui magnate y vagabundo
y hoy lo sobré tanto al mundo
que le puedo dar changüí.
.
Si unas manos me fallaron, otras fueron más cordiales,
unos labios fueron dulces, otras veces como hiel,
pero siempre tuve agallas pa’ capear los temporales
y de lobo, entre los zorros, al pasar hice cartel.
Qué querés que le haga, hermano, si nací pa’ morir pobre,
con un tango entre los labios y en un tute entreverao.
Juego, canto, bebo, río… y aunque no me quede un cobre,
al sonar la última hora… ¡que me quiten lo bailao!
tengo dos pasiones bravas: el tapete y el champán…
Berretín con la milonga, metejón con los placeres,
unas veces ando pato y otras veces soy bacán.
¿Qué querés que le haga, hermano? ¡Si es regalo del destino!
¡Si el afán de hacer el paco nunca ha sido mi virtud!
Me electrizan las burbujas y los ojos femeninos
¡desde aquellos dulces días de mi alegre juventud!
.
Pero yo no me arrepiento
de haber dado curso al vento
que en la vida derroché.
Tuve todo lo que quise…
y hasta lo que yo no quiero
la cuestión que disfruté.
Mi conducta fue serena,
yo fui pródigo en la buena
y en la mala me encogí.
Fui magnate y vagabundo
y hoy lo sobré tanto al mundo
que le puedo dar changüí.
.
Si unas manos me fallaron, otras fueron más cordiales,
unos labios fueron dulces, otras veces como hiel,
pero siempre tuve agallas pa’ capear los temporales
y de lobo, entre los zorros, al pasar hice cartel.
Qué querés que le haga, hermano, si nací pa’ morir pobre,
con un tango entre los labios y en un tute entreverao.
Juego, canto, bebo, río… y aunque no me quede un cobre,
al sonar la última hora… ¡que me quiten lo bailao!
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