Hace unos días hablábamos sobre cosas autorales y otras yerbas, y es bastante
sabido, que en los escarceos iniciales del tango se regalaban las obras o se
vendían, o no se las patentaba.
En
nuestro folklore pasaba otro tanto.
Pero
es lindo citar algunos casos donde la generosidad de aquellos fenómenos de
antaño quedaba patentada para siempre.
Hoy
traigo a la palestra un tango que es la demostración cabal del gesto de
camaradería entre los integrantes de la fauna
tanguera.
Santiago
Adamini, además de poeta, cantor y guitarrero, era
milonguero.
Durante
muchos años fue compañeros de andanzas milongueras del Cachafaz - Benito
Bianquet (Ovidio José Bianquet)-. En una oportunidad, estando con él en una
milonga, éste lo anotició que le “venían mal los borrados” y estaba "fallo al
oro".
Adamini,
que creó tangos exitosos (Trasnochando, A
las 7 en el Café, Señores yo soy del centro, El cocherito, Para mí lo mismo
da, etc.) le prometió tirarle un cable. Justo acababa de componer con
Anselmo Aieta un tango: Tras
cartón. Hablaron con Anselmo y decidieron agregarlo como compositor
de la música de dicho tango, para que se llevara unos pesos. Como Adamini era
amigo de Gardel, fueron a verlo con el Cacha y Aieta, le llevaron el tema y le
explicaron la historia. El morocho se lo grabó sin dudarlo. Luego Canaro supo de
tal maniobra y también lo registró. Gardel lo hizo en 1929 con las guitarras de
Aguilar y Barbieri y Canaro el 2 de Abril de 1930. Pirincho, incluso lo grabó en
versión instrumental para mayor beneficio del
Cacha.
Tanto
Adamini como Canaro llegarían a la Presidencia de SADAIC y hay
infinidad de anécdotas sobre gauchadas de ambos para con sus
colegas.
Por
estas cosas lindas, hoy viajo con el Morocho y con Pirincho hacia aquellos
tiempos, escuchando ambas versiones.
En
una época de egoísmos y frustraciones existenciales, reconfortan viejas
actitudes y este tanguito desde su raíz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario