Copa milongas polenta sin dar pifia de giladas,
le da revancha el fisture de una davi p’al carajo,
senza tela, cadeneando de potriyo en el relajo
redimiéndose de pecas y jotrabos de pesada.
Armó en el yotivenco a rolete el repertorio
de figuras, con baquianos que lucían su carpeta
y de chogua aprontándose, verdún, con las pebetas
largó brolis y el convoy familiar por el jolgorio.
Dejó aquellas matiadas, orejeando a sus troesmas
al darle filo la cheno con sus luces y su merca,
amurado de la same del convento y de la nerca
y garronear para el morfi o gratear en algún celma.
Embroyado, se espiró de un balurdo a la milonga
entreverando su tapín, ya shomería, y rejugado
con galonmis, con jopendes, con sus pasos renovados.
Y el breón, senza esparo, refilado, meta y ponga
tiró a la pista el espiche de su leife tranco invicto
y se enyuntó a la Polaca, una naifa muy junada
que se prendió como abrojo a la primer arrimada.
Hoy reinan en los bailongos donde el gotán es un rito.
(De mi libro ArTango- sobre pinturas de Isabel Carafi)
No hay comentarios:
Publicar un comentario