Toda la zona portuaria-aduanera, desde la Boca hasta Retiro, estaba abarrotada de kilómetros de cajones de mercadería y chatarra importada. La madera de aquellos cajones, en su casi totalidad podrida bajo la lluvia y el sol, es prohibitiva ahora para muchos muebles finos. por veinte guitas (un café), escuchábamos en el Nacional o el Marzotto (separados por el ancho de la avenida Nueve de Julio) a las más grandes orquestas populares.
Al mismo costo podíamos escuchar como curiosos, a los más iluminados cerebros de la intelectualidad argentina que se reunían en los cafetines vecinos al diario Crítica, sobre la Avenida de Mayo. En las librerías de la calle Corrientes comprábamos por cinco pesos Las Memorias Completas del Manco Paz (José María Paz), o alguna reliquia de la literatura universal en un lote de tres, por cincuenta centavos.
El dólar, del que poco se hablaba, costaba 3.55 pesos allá por el '45. Una noche de juerga de un clase media se cubría con dos o tres pesos. Con cinco ya se podía pensar con agregarle a la noche una mina (mujer). La entrada al fútbol valía un peso la popular y recién en 1948 pasó a valer tres...
La vida nocturna nos juntaba a todos. Siempre había alguien que nos hacía estrechar la mano con un nuevo amigo. Siempre compartía una mesa con otro compañero. Así conocí a D'Agostino, a Pichuco, a Juan D'Arienzo, a Fernando Ochoa, al Catunga Contursi, al Flaco Discépolo, al Negro Celedonio Flores, a mucha otra gente que también formó parte de mi vida.
Nos reuníamos preferentemente en Pichín, en la calle Maipú, enfrente del Marabú, pero también íbamos a la Cortada de Carabelas, al Águila de Lavalle, a muchos otros sitios, Junto a José Manuel Moreno frecuentábamos la casa que Fernando Ochoa tenía en Palermo Chico. Allí, todos los lunes, saboreábamos platos típicos criollos y allí nos mezclábamos, amistosamente, farándula, tangueros y deportistas.
Recuerdo a Francisco Petrone, Pepe Basso, Roberto Escalada, Antonio Maida, al Conejo Floreal Ruiz y a tantos otros. Fue una época hermosa y cuando me preguntan por qué no se repite, digo que ahora las condiciones de vida son más duras y si cuesta muchos ganar un peso, cuesta más gastarlo.
(De "Tango de Colección")
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