Translate

jueves, 13 de septiembre de 2012

Manuel Buzón

Hay numerosas orquestas que no llegaron a tener la trascendencia de las más seguidas por bailarines y degustadores del tango, y que, sin embargo, al escucharlas ahora, quienes no las conocieron se dan cuenta que tienen valores interesantes, tanto para milongueros como para los que gustan de nuestra música ciudadana.

Manuel Buzón, por ejemplo, es una clara muestra de lo que expongo. Pianista, director, compositor, arrancó en 1924 en la emisora LOY Estación Flores, de su barrio natal,  como pianista y durante 4 años fue director artístico.

La dejó para emprender una gira por España en 1928, como director de su conjunto y también cantor del mismo.

En realidad había comenzado su carrera artística como cantor desde niño, participando en coros, cantando en el cine, en boliches e incluso en la radio, antes de recibirse de profesor de piano y solfeo.

En España tuvo mucho éxito, especialmente en Barcelona, donde participó en la Exposición Universal y fue aclamado por los espectadores.
                                                                               

En Madrid actuaría luego en locales prestigiosos, antes de comenzar una gira  por diversas provincias españolas. Ya había compuesto algunos temas en Buenos Aires, como Calla corazón que graba Rosita Quiroga acompañado por la orquesta del propio Buzón o La maestrita con versos de J. Martinelli Massa.

De regreso en Buenos Aires tiene bastante trabajo y por su orquesta desfilan figuras de la talla de Alfredo Gobbi, Orlando Goñi o Jaime Gosis.

Entrados en la década del cuarenta con el fervor tanguero en la cúspide, Amadeo Mandarino es su vocalista y compone un éxito perdurable como la milonga  Mano Brava, con letra de Enrique Cadícamo, que Troilo grabará con la voz de Fiorentino, el 4 de marzo de 1941.
                                                                                                              También escribe otros temas meritorios: Cancionero o Al cerrar los ojos.

La muerte lo sorprendió temprano, en 1954. Contaba 50 años.

Lo traigo en dos preciosas versiones grabadas en Odeón en 1942. Primero el tango Alice, de Eduardo Arolas, escasamente difundido y que el "Tigre del fueye" dedicara a su novia francesa. Y Al verla pasar, otro de los temas donde José María Contursi evoca a su perdida Grisel, con hermosa música del negro y genial bandoneonista y compositor: Joaquín Mora. Lo canta Amadeo Mandarino.

Alice

Al verla pasar


No hay comentarios:

Publicar un comentario