Los sueños que alenté y en música forjé.
De otros lo aprendí y están latiendo en mí.
Los ecos imborrables de sus sones…
Aquellos que se fueron… pero están…
tocando en algún cielo, sin zaguán…
No sé qué sortilegio ni qué magia
me devuelven cada día
¡con un poco de nostalgia!…
No sé qué sortilegio ni qué magia
me devuelven cada día
¡con un poco de nostalgia!…
Aquellos que me traen desde el confín,
como un olor a tango y a jazmín…
Aquellos que encendieron el destello
de lo bello que me dieron y me dan
los sueños que por siempre vivirán…
Aquellos que encendieron el destello
de lo bello que me dieron y me dan
los sueños que por siempre vivirán…
Aquellos que me nutren… ¡Mis maestros!
Me regalan siempre un resto de su pan
aquellos que se fueron… ¡pero están!…
Eladia Blázquez
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