Originalmente danza, luego de un proceso de transformación temperamental y estética, el tango fue también canción. Apareció la letra ya con un sentido literario argumental. A poco queda establecida una diferenciación externa de forma y expresión, entre el tango para bailar y el tango para cantar, pero conservando ambas modalidades -como habría de serlo posteriormente el tango exclusivamente para ser escuchado- esencias comunes de ritmo y melodía.
Correspondió a Carlos Gardel llevar al escenario del teatro Esmeralda (actualmente Maipo), los versos que Pascual Contursi escribiera para el tango Lita de Samuel Castriota y que pasarían a la inmortalidad con el título de Mi noche triste, inaugurando una forma del género totalmente desconocida por entonces.
Al año siguiente, la compañía Muiño-Alippi incluyó en el acto de cabaret del sainete de José González Castillo y Alberto Weisbach: Los dientes del perro, el tango Mi noche triste, que alcanzó en los labios de la actriz Manolita Poli una clamorosa dconsagración.
Manolita Poli |
Y también el tango se había impuesto en los escenarios teatrales desde que Roberto Firpo apareciera con su orqueesta en el sainete Cabaret Montmartre, de Alberto Novión. Fue la iniciacvión de toda una época del sainete porteño, en que resultaba imprescindible la aparición de una orquesta típica en escena, y el estreno de algún tango cuya anticipada popularidad aseguraba la permanencia de la obra en cartel.
Por otra parte, muchos cantores y cancionistas encontraron en el éxito de un tango incluído en algún sainete, el espaldarazo de su gran triunfo artístico. Bastaría recordar a Ignacio Corsini, conducido a la fama por su interpretación del tango Patotero sentimental (Manuel Romero-Manuel Jovés), y a Azucena Maizani por la creación de Padre nuestro (Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza).
Pero es necesario destacar, que el tango canción tenía acceso en los escenarios teatrales, aunque no se habían incoporado todavía los vocalistas a las orquestas, modalidad que correspondió también introducir a Francisco Canaro, con motivo de los concursos organizados por la empresa Max Glücksmann.
Es decir, que hasta entonces el tango cantado estaba reservado exclusivamente a los intérpretes solistas acompañados por guitarras (José Ricardo, Guillermo Barbieri, José María Aguilar, Horacio Pettorossi, Domingo Riverol, Rosendo Pesosa, Manuel Parada, Enrique Maciel, Rafael Iriarte y Vicente Spina, entre los guitarristas más destacados), mientras las orquestas típicas ejecutaban repertorios exclusivamente instrumentales.
Luis Adolfo Sierra (Historia de la Orquesta Típica - Evolución Instrumental del Tango)
Y vale la pena volver a escuchar ese primer tango cantado por Carlos Gardel y grabado en mayo de 1917, acompañado por la guitarra de José Ricardo.
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