Recorriendo la extensa producción discográfica de Francisco Canaro, siempre encontraremos algún tema, que por una u otra causa, "nos llega". Por ejemplo, La realidad palpitante de la milonga, ese lugar que nos congrega para una reunión donde el desclasamiento es la base para que unos y otras nos sintamos cómodos, bienvenidos. Y el diluvio de hallazgos que vamos surcando en nuestra aventura milonguera, también supo representarlo Canaro con este tango que hoy traigo a la palestra.
Los versos son de Francisco Fortunato Silva (Francisco Yoni), que no atesora páginas en el tango y sólo le conozco su valsecito Ayer que compuso con Manuel Mañueco, y grabó Ángel Vargas con el trío de Alejandro Scarpino, y el tango Intimidad, que llevó al disco Alberto Podestá con la orquesta de Leopoldo Federico y que lleva música de Cristóbal Ramos.
Creo que tiene gancho y en la pista nos mueve los remos y el cuore por el ritmo. Como esas palabras tan reales con la influencia esencial de la pista, recreando situaciones reales de la pareja en la abonanza del desarrollo músico-bailable. El texto lírico se encarga de subrayar la sentimentalidad del tango y esa intimidad que abrocha al hombre y la mujer y que se prolonga más allá de los aledaños de la pista. Cristóbal Ramos y Herminio Bernasconi le pusieron música a los versos de Yoni y le dieron alas..
Casi caminando
Llevemos el ritmo,
Casi caminando
Bailemos los dos.
Casi caminando
Hablemos de cosas,
Que guardamos dentro
Del corazón.
El título del tema y su frase inicial revela lo que tantas veces le hemos insistido a los principiantes y nos han transmitido nuestros maestros: que no hay que correr en la pista ni quedarse parados enhebrando figuras ampulosas. Porque el secreto del tango milonguero está en la caminata rítmica y elegante, al compás de la música que suena en el reproductor. Más allá de la parte amorosa que puede acaecer en la pareja y cita Silva en el verso, la frase: Casi caminando, es el tic-tac real del tango en la pista.
Juntemos los labios,
Mientras se nos mezcla
La respiración.
Casi caminando
Los dos muy juntitos,
Una nuestras almas
Uno nuestro amor.
Y el registro de Francisco Canaro del 2 de enero de 1957, cantando Juan Carlos Rolón le dio el gran impulso. Lo escuchamos.
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