El famoso escritor
vanguardista español Ramón Gómez de la Serna, famoso por sus
Greguerías, fundador de la Peña literaria en el madrileño café
Pombo, llegó a la Argentina en 1936, huyendo de la guerra civil.
Allí se uniría con la escritora argentina Luisa Sofovich, separada
y madre de un hijo. En 1925 la revista Martín Fierro de Buenos Aires
le dedicó un número homenaje, con firmas de Borges, Hidalgo,
Güiraldes, Girondo y Macedonio Fernández.
Gómez
de la Serna pudo editar varios libros en Argentina, colaboraría con
numerosas publicaciones, aunque La Nación y El Mundo le cerraron sus
páginas por un elogio que le haría al gobierno de Perón. Le
gustaba mucho el tango y especialmente los versos y escribió
elogiosamente sobre el género, publicando un libro. Falleció en
1963 y sus restos fueron enviados en avión a Madrid para ser
sepultado en la capital de España.
Hoy
lo recuerdo en estas diez greguerías, que sintetizan su gran estilo
de escritor y también lo que significaba el tango para él.
-La
letra de los tangos es hija de los aedas del arroyo, mezclando
sentimientos contrarios ennoblecidos siempre por la desesperanza.
-Mezcla
todo en estilo telegráfico, en relato atropellado de quien presta
declaración con la faca clavada en el alma.
-Es
el desahogo de un pueblo bohemio frente a los polichinelas llenos de
dinero.
-Con
sobriedad admirable cuenta el Tango el novelón del mal ajen
-El
Tango toma en serio el motivo que invoca, llora el dolor y después
vienen unos pasitos burlones, un traspiés grotesco, un juego en el
dolor, un hacer chacota tarareada con su propio sentimentalismo.
-No
hay prosa versificada como la del Tango. Se ciñe a lo próximo, a lo
más veraz y tiene extravíos románticos en paisajes inmensos. Se ve
que estos ciegos de la inmensidad nueva necesitan lazarillos
musicales.
-Las
letras desmonotizan lo que la música puede tener de repetido, aunque
para un buen catador es siempre diferente la partitura.
-Esa
ráfaga de cosa africana que va por las oscuras cuevas de la negrería
hace que en Norteamérica al son de una orquesta de Jazz se escuchen
parecidas letras a las de los tangos y milongas, aunque sin la poesía
de lo argentino.
-No
se le encuentra lo que tiene de italiano porque no lo tiene, porque
es la superación del italiano, que al llegar a la Argentina abandona
la melodía y entra en el barroco de tipo español -de pelo negro- y
por ende en lo criollo, y pega en él porque el italiano quizá desde
hace siglos tenía el deseo de lo desparejo, de lo prosaico
versificado, del romper la lindura.
-¿Cómo
ha podido Borges decir: Tango sin salida y cobarde bandoneón?
-El
Tango no es incivilizado porque es poético.
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