Todos los fines de semana / sin faltar
voy a mi terapia
que a veces puede prolongarse por dos o tres días
dependiendo del estado del ánimo a levantar
les cuento que soy adicto a los abrazos
es algo terriblemente compulsivo
que no puedo no quiero ni debo controlar
la cuestión es que los necesito imperiosamente
y entonces
acudo a centros asistenciales de ayuda al desabrazado
donde existen diferentes programas
que se ajustan a la medida de mi padecimiento
allá /
hay un grupo grande de adictos como yo: abrazadores anónimos
que ejercen una generosa solidaridad y te cambian abrazo por abrazo
(debo advertirles que es para bien de todos y para mal de ninguno)
el tratamiento
se hace con música de tango milonga y vals
que lo hace más impersonal… menos traumático y sumamente alegre
la música se usa como una herramienta útil
y como elemento funcional para acompasar los abrazos
y además / es para evitar que los enfermos (porque los adictos son / somos enfermos)
contaminen la ortodoxia de la terapia hablando de sus problemas personales que a nadie interesan… ni deben interesar si es que realmente quieren curarse…
j.z. p / Psicotango
No hay comentarios:
Publicar un comentario