Tito Reyes

     En el catastro tanguero quedó registrado para siempre, como el último cantor de la orquesta del legendario bandoneonista-director-compositor Aníbal Troilo. Con gran acierto expresionista, esta orquesta quedó reconocida en los medios tangueros como La orquesta de los cantores.

   Y la lista de las voces, además de Tito Reyes que pasaron por la formación de Pichuco, lo ratifica: Nada menos que Francisco Fiorentino, Alberto Marino, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Ángel Cárdenas, Roberto Rufino, Elba Berón y Nelly Vázquez, pusieron su interpretación vocal al servicio de la orquesta. 

                                

    Tito Reyes tuvo el honor de cerrar la nómina de estos juglares, para los que Troilo supo amoldar la orquesta, con el fin de que lucieran, plenas, sus condiciones vocales. Cuando Tito debutó con con la formación troileana, el Gordo le diría: "Tenías que haber nacido veinte años antes", refiriéndose a su estilo bien porteño. 

   Vino al mundo en Valentín Alsina (partido de Lanús),  el 28 de febrero de 1928 como Tito  Cosme Sconza, se formó tangamente escuchando por radio y en discos a Carlos Gardel, siguiéndolo en su incomparable fraseo. Arrancaría tempranamente a los quince años, cantando en un Café  cercano a su casa.   

   Tito Reyes no estudió canto. La bohemia y la noche se infiltraron en sus ansias juveniles. Era una época en la que había infinidad de cantores aficionados en los barrios porteños. Aquellos que pasaban el platito en cafés y clubes de su zona, o eran llamados para dar serenatas nocturnas a novias desveladas. 

   Las ciudades tienen rumor propio y en aquel Buenos Aires eran entonces y siguen siendo: el tango y el fútbol las que  agolpaban multitudes y atraían escuchas a la radio. Con el guitarrista Héctor Arbelo, hizo a sus veinte años recorridos por la provincia bonaerense tirando la manga, o sea, recogiendo la ayuda voluntaria de los parroquianos que lo escuchaban.   

   Se foguea en varietés y confiterías fortaleciendo  su personalidad tanguera, hasta que por una recomendación llega a la orquesta de Roberto Caló, que lo contrata como primera voz del conjunto. Su primer registro discográfico en junio de 1957, con la orquesta, es el tango de Gallucci y Martínez Vilas: Frente al espejo, que le servirá de espaldarazo. Integró también la orquesta de Miguel Caló en una gira por Brasil.

   Salta a la formación de Joaquín Do Reyes en 1960, dejando dos registros discográficos y éste sería el último peldaño antes de que Aníbal Troilo lo llamara para trabajar con su orquesta. El encuentro se produjo puchero de por medio y entre las copas posteriores, tanto Tito como Pichuco interpretaron tangos en los cuales la poesía tuviera  calidad, cosa que siempre privilegió Troilo.  

                             

    Además exigía que sus vocalistas cantaran por lo menos, una milonga campera. Tito Reyes estuvo con Pichuco desde 1963 a 1975 y dejaría grabados 23 temas, clavando éxitos como la milonga El conventillo: "Hoy que estoy en los cuarenta y en el debe de la vida..."  

   Actuaron en Brasil, en Nueva York, en Wáshington. Intervino en la filmación de "Los guardianes del ángel". Tenía una teoría curiosa sobre su público como me lo comentaba cuando vivía en la calle 15 de Noviembre -Parque Patricios-, frente a la casa de un íntimo amigo mío: "He tenido éxito con admiradores repartidos en Argentina y otros países. Pero me sigo sintiendo un hombre de barrio, tengo la cultura de la calle..." 

  Y acto seguido le pegaba una pitada al infaltable cigarrillo. Lo que sería la causa de la enfermedad pulmonar que lo llevó a la muerte, el 9 de mayo de 2007. Tenía 79 años y dejó su marca en el tango.  

     Lo escuchamos cuando cantaba con Roberto Caló, en el tango Frente al espejo. 

                              

   

   Y una vez más interpretando la citada milonga El conventillo. Lo acompañan Aníbal Troilo en bandoneón, José Colángelo al piano, Rafael Del Bagno en contrabajo y Aníbal Arias en guitarra.