Porteña del barrio de Boedo, debió competir en su época con muy buenas cancionistas de tnago, como Alba Solís, María de la Fuente o Carmen Duval, y siempre destacó, especialmente en programas de radio que eran muy escuchados, secundada por el conjunto de guitarras que comandaba Jaime Vila.
Surgió en un programa radial de la marca de limpiador de vajillas Puloil, y en el mismo compitió con cantantes de mucho calibre, como la misma Carmen Duval. La perjudicaría luego su casamiento, en la carrera artística que había arrancado con tanta fuerza y estuvo debido a ello, casi diez años fuera del ambiente, alejada de los micrófonos y las grabadoras.
El regreso tan esperado le permitió recuperar posiciones, aunque también habían ingresado nuevas voces que buscaban su lugar en el universo tanguero y las preferencias del público. Pero Aída Rodríguez (su verdadero nombre) tenía resto como para resurgir y así lo hizo.
Aída entre D´Arienzo y Pugliese |
La vi en Caño 14, en unas breves actuaciones que tuvo allí y siempre impresionaba por la fuerza musical con que transmitía sus interpretaciones. Pero también ellla debió sufrir el bajonazo que tuvo el tango a partir de los años sesenta, lo que hizo que muchos de artistas se vieran opacados en su carrera artística.
Hoy la traigo para que podamos apreciarla mejor, en dos temas.
Primero en Los mareados, el tango de Cobián y Cadícamo. La acompaña la orquesta conducida por el pianista Oscar Sabino. Y luego con la orquesta de Alberto Di Paulo, el tango de Armando Pontier y Leopoldo Marechal: La mariposa y la muerte, realizado para aquel encuentro de poetas y músicos que concretó Ben Molar, en Los catorce para el tango.
No se pueden escuchar la versión de Los Mareados y La Mariposa y la Muerte
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