Y lo conseguiría nada menos que en una etapa de bajo calado de la música ciudadana en en el pueblo, cuando las radios y las compañias grabadoras dedicaban sus espacios a otros géneros que invadieron el mercado, lo que representa un doble mérito para este cantor que se había establecido en Tucumán con mucho éxito, en emisoras y bailables.
Se llamaba Argentino Corazón Ledesma y su primer nombre constituía una constante en la familia. Eran ocho hermanos y lo único que cambiaba era la "a" de Argentina, cuando se trataba de una niña. Ledesma hizo de todo en su adolescencia. Estudiaba, tabajaba de botones en un hotel, jugaba de insai izquierdo en el Club Mitre de Santiago y le gustaban los números.
En el viaje a Tucumán, después del rechazo del Colegio militar por sus problemas de daltonismo, se hizo de amigos que le facilitaron la entrada en una emisora, dándole cuerda a su pasión tanguera, heredada de su tío. Y sus habilidades con la pelota le sirvieron para entrar en el primer equipo del histórico Atlético Tucumán. Tenía la agenda completa entre la radio, los festivales, los sábados bailables en los clubes, entrenamientos con su equipo y el partido de los domingos.
Le entrevieron su calidad vocal, músicos llegados de Buenos Aires y le recomendaron que bajase a la Capital, porque, con sus condiciones tendría un filón seguro. Pero lo que lo obligó a viajar, fue un motivo totalmente distinto.
El gran dúo: Argentino Ledesma y Rodolfo Lesica con Héctor Varela detrás. |
El resto es más o menos conocido. Lo vincularon con Julio De Caro que buscaba un cantor, y mereció los beneplácitos del legendario director, en una prueba. Debía esperar a que terminase el contrato de Roberto Medina (el autor de Pucherito de gallina). Pero en el ínterin, otra vez el destino le hizo un guiño. Lo habían llevado a Radio Belgrano, donde lo contrataron por un año, y el locutor , el Negro Brizuela Méndez, quedó impresionado y se lo recomendó a Héctor Varela que buscaba un cantor para reemplazar a Armando Laborde. Era una fija. El mejor negocio que hizo Varela.
Y el Negro Ledesma se convirtió en ídolo a toda velocidad. Vivía en una especie de constante euforia y sus discos se vendían como masitas. Estaba presentizado en radio, televisión y bailes. El ritmo anfetamínico de Varela no conseguía menguar su calidad canora. Con Rodolfo Lesica ligaron una dupla ideal. En la vitalidad rítmica trepidante de la orquesta, su voz sonaba con una estremecedora naturalidad.
La inolvidable Estela Raval junto al cantor santiagueño |
Qué tarde que has venido, de Héctor Varela y Carlos Waiss, grabado con Varela el 24 de julio de 1956 y Fueye, ese tangazo de Charlo y Homero Manzi, que grabó con la orquesta dirigida por el maestro Carlos García, en 1968.
Qué tarde que has venido - Varela-Ledesma
Fueye -A. Ledesma con C.García
Fue lo más grande que hubo ! No habrá otro igual
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