Palomita blanca

Este hermoso valsecito del bandoneonista Anselmo Aieta con letra de Francisco García Jiménez pasó a la posteridad desde que Carlos Gardel lo grabara el 20 de marzo de 1930, acompañado por las guitarras de Barbieri y Riverol.

Desde entonces lo han tocado y grabado infinidad de orquestas, ha desfilado por las gargantas de cantores y cancionistas, y era un imperdible en las serenatas a las novias, en los cantores de boliches, en las milongas de ayer y de hoy.                                                              

                                                      
Es una delicia escucharlo por Aníbal Troilo con las voces de Alberto Marino y Floreal Ruiz. Libertad Lamarque también hizo una creación del valsecito y lo hemos bailado incluso con esos cuartetos de la guardia vieja que siguen presentes en las pistas de baile porque es el auténtico, el primerizo, el que marcó las pautas del vals porteño junto con Desde el alma, Un placer, La loca de amor, Lágrimas y sonrisas, Olga, El aeroplano o Rosas de otoño.

En la película Vidas Nocturnas que dirigió Leo Fleider, lo toca Pichuco acompañado por la guitarra de Edmundo Zaldívar (h).

Algunos dicen que en realidad en Roberto Grela el que toca la guitarra. Pero, ello sería desconocer la enorme trayectoria de este músico que comenzó a tocar a los 7 años en el conjunto de su padre. Acompañó a cantores y cancionistas. tocó en trío con Ciriaco Ortiz. Integró la orquesta de Ricardo Tanturi. Tocó el guitarrón en el cuarteto de Troilo-Grela.

Y un día viajando en el colectivo 60, de Tigre a Constitución,  compuso su pieza más célebre, El humahuaqueño, un carnavalito que ha dado la vuelta al mundo. Y no conocía Humahuaca ni Jujuy... Aunque era un gran tanguero, con este tema viajó por unos 30 países.

El tema no está muy coordinado, como si estuviera mal doblado, pero es hermoso de todas maneras y vale la pena escucharlo siempre por esos dos grandes artistas. Y por la alianza de bandoneón y guitarra que son  la síntesis del tango de siempre.