Eduardo Arolas tenía apenas 19 años cuando compone su primer tema. Todavía no sabía escribir la música en el pentagrama y en ese sentido lo ayudó su intuición y sensibilidad artística, que lo llevarían a ser unos de los grandes pilares de la historia del tango.
Comenzaría manejando un poco la guitarra, con las clases de su amigo Muchila (Ricardo González), pero al descubrir el sonido del bandoneón, se enamoraría para siempre de este instrumento, con el cual compondría tangos históricos, infinitamente interpretados por diferentes orquestas y recorriendo muchos lugares del mundo.
Esos temas siguen vivos en la escucha y el baile de tantas personas, porque tienen un profundo contenido musical que nos atraen permanentemente. A medida que el tango va evolucionando debido a los nuevos arreglos y los músicos capacitados que van ingresando en las principales orquestas, los temas de Eduardo Arolas florecen con toda su carga emocional-musical.
En 1909, con sus jóvenes diecisiete años, Arolas compone el primer tango de su maravillosa colección. Tenía apenas 19 años y está dedicado en la partitura origina al pianista amigo Prudencio Aragón.
Francisco Canaro con su orquesta sería el primero en interpretarlo y lo recordaba así: -Una noche de 1909 cayó al café Royal, donde tocábamos, un jovencito con varios amigos, que no venía en tren de guerra, sino de cordialidad, pues llegaba provisto de un bandoneón. Tenía pinta de compadrito "high life" pues llevaba sombrero gris claro con cinta y ribertes negros, requintado sobre la frente, y vestía traje de cuadritos blancos y negros, trencillados de negro y el pantalón con ancha franja del mismo color y en la botamanga del mismo tres botoncitos de nácar, chaleco de fantasía fileteado y corbata plastrón, decorada con un vistoso alfiler....
l mismo Canaro cuenta que al terminar la actuación de su trío, descendieron del palco y se juntaron con Arolas y sus amigos. Como uno de ellos manifestó que Arolas había compuesto un tango, Canaro y sus músicos le propusieron que se los hiciera escuchar, cosa que éste hizo de inmediato.
-Colocó sobre sus piernas una mantita de terciopelo negro con sus iniciales, coquetamente bordada. Acomodó el bandoneón y ejecutó con muchísimo gusto el mencionado tango que había compuesto y bautizado con el nombre de Una noche de garufa, que en realidad era muy bueno y nos entusiasmó mucho.
El trío de Canaro fue el primero en darle difusión y según su director, como Arolas no sabía pautar música, él mismo le escribió la partitura para violín y, posteriormente el flautista y compositor Carlos Hernani Machi se encargó de la parte de piano. Ediciones Balerio, imprime este tango inicial del Tigre del bandoneón. En 1913, el propio Arolas lo graba por vez primera en Odeón, como inicio de su obra discográfica.
Francisco Canaro lo llevó al disco con su Quinteto Pirincho, el 14 de agosto de 1953.
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