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martes, 7 de mayo de 2024

El violín romántico de

 Alfredo Gobbi.

   Como Carlos Di Sarli  y Osvaldo Pugliese, llegó también Alfredo Gobbi con evidente retardo al primer plano de la consideración, entre los más cualificados cultores del tango. Una dilatada y fecunda labor como violinista y compositor, concedieron méritos propios a quien traía desde su origen la responsabilidad de haber heredado un ilustre nombre de tango.

   Porque Don Alfredo Eusebio Gobbi fue un pionero infatigable en los difíciles comienzos de nuestra música popular, y su hijo el honroso continuador de una tradición artística a la que mucho le debe el tango. La imagen temperamental de Alfredo Gobbi se refleja con caracteres inequívocos en el estilo de su orquesta. 

                                  


    Hay en sus concepciones musicales evidentemente evolucionadas, reminiscencias de viejo tiempo. Expresa Alfredo Gobbi una forma de tango que le es propia, concurriendo la original inventiva del arreglador, la expresividad de su violín romántico -de vibrato pequeño, de lánguido portamento y profunda sugestión- y el colorido inimitable de su orquesta. 

   Sin alardes excesivamente académicos, pero dentro de un tratamiento armónico de indudable calidad musical,  empleó Alfredo Gobbi para su orquesta una muy singular marcación rítmica, preferentemente lenta y acentuada. Los pasajes instrumentales, siempre ubicados con exactitud, permiten el amplio lucimiento de los solistas. 

   Y la forma de orientar la conducción del piano, guarda profunda afinidad con la de aquel creador que fue Orlando Goñi, precisamente su camarada y amigo de todas las horas de bohemia compartidas.

                                 


   La trascendente contribución de Alfredo Gobbi a la estilística del tango, encierra  ese "algo" tan suyo, y tan difícil de definir. Ese "algo" de De Caro, ese "algo" de Di Sarli (que tampoco es la refundición de dos tendencias tan dispares). es decir, ese "algo" del tango de Alfredo Gobbi, que no puede traducirse más que en la sonora belleza de su orquesta.

   La importancia conferida a los ejecutantes solistas, le permitió a Alfredo Gobbi contar, entre tantos otros, con instrumentistas como César Zagnoli, Mario Demarco, Ernesto Romero, Bernardo Germino, Antonio Blanco, Edelmiro D'Amario, Cayetano Cámara, Alberto Garralda, Osvaldo Tarantino, Lalo Benítez, Juan José Fantín, Eduardo Rovira, Omar Sansone, Roberto Cicaré, Alcides Rossi, Osvaldo Monteleone; Eduardo Salgado, Luis Maggiolo, Tito Rodríguez y Osvaldo Piro.

LUIS ADOLFO SIERRA


Y vale la pena recordarlo con ese lánguido y entrador estilo de su orquesta, en la interpretación  del tango de Pedro Maffia: Pelele. Grabado el 18 de  abril de 1950.

                           


  O en este valsecito de su padre, La entrerriana,  que grabara el 16 de mayo de 1947, cantando Carlos Heredia y Hugo Soler.

                                            




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