Hoy traigo a la página a esta hija del gran educador Marcos Sastre que ejerció la carrera de maestra dedicando sus esfuerzos a la niñez y adolescencia, porque además de ello y curiosamente, en una época que no se concebía -y menos en su ambiente- que una mujer escribiera tangos, ella lo hizo y con gran acierto. Y lo más notable es, que dos de ellos, los grabó nada menos que Carlos Gardel.
Destacó como poetisa creando para el cancionero infantil muchos temas que serían respaldados por el Consejo Nacional de Educación para ser cantadas en Colegios y Jardines de infantes tan comunes en aquella época. Varias de esas canciones trascenderían incluso a su época y tendrían relieve en otros momentos del país.
Fue autora de una importante cantidad de libros con sus poemas y ganaría dos Concursos de poesías que se transformarían en tangos: Refucilos (en 1928) y Garabatos de mujer (1929). Ambos llevan también la firma de su hijo Rodolfo -Maestro, profesor de música, matemática, física-, y autor de la música- debido a la moralina de la época y lo que implicaba para una maestra de niños, escribir tangos. En Refucilos, dice en en su primera estrofa.
donde espera la mujer mala sin fe ni corazón.
Zita se llama la pérfida extranjera,
que al gaucho bueno con besos embrujó,
dando al olvido la noviecita blanca,
que fue el ensueño santo de su primer amor.
Qué hermosa entrada. Gracias
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