Este hermoso valsecito criollo, tiene una historia detrás y creo que es importante recordarlo porque la música nos lleva a zonas distorsionadas de nuestra memoria. La fabulación imaginaria, o el hecho real trasladado a la poesía, es el yunque donde se martilla la emoción de las palabras. Así se crean temas como éste que pueden difuminarse y alcanzar otros bríos en nuevos intérpretes.
El valsecito, además, juega en nuestro mapa sentimental un rol especial por su capacidad de transmisión emotiva. En este caso, la maestría del poeta, despojado de adornos y lirismo, nos transmite en lenguaje subliminal momentos vívidos en una época campera, dorada, con todo el abanico de pasiones que envuelve en su influjo.
Julián de Charras
Y es importante en este caso recordar a su autor, un poeta entrerriano, afincado con su familia en Buenos Aires, amigo de Almafuerte y de otros grandes, que fue muy celebrado en su época de escritor. Incluso nos dejó varios libros, entre ellos La epopeya patria. Se llamaba Julián de Charras, publicó para estudio en los colegios y otros de poemas, con un emotivo ejercicio de esteticismo en la cultura vernácula.. Incluso fue un destacado hispanófilo. En su época recibió diversos homenajes literarios y premios. Tiene una calle dedicada con su nombre en Villa Tesei (Hurlingham) de Buenos Aire
Aunque no haya trajinado el andamiaje del tango, afortunadamente, Ignacio Corsini tenía un libro suyo y le gustó mucho el poema Decadencia criolla que estaba entre sus páginas, por su melancolía resignada. Él había vivido en el campo cuando llegó de Sicilia natal. Lo enviaron a Carlos Tejedor, donde trabajaría como boyero, siendo apenas un pibe de once años.
Lo que había en esos versos le llegaba internamente, revivía todo lo que había transitado en sus primeros pasos en el nuevo país. Lo conversó con su guitarrista Maciel y decidió ponerle música. Así nació este valsecito criollo tan llegador, que grabaría el propio Corsini con mucho éxito, nuevo título, y que luego iba a expandirse rápidamente
ni se ve la guitarra colgada
ya no escucha la verde enramada
el idilio campero de ayer
zapateando un malambo en la siega
ni se escuchan los tristes de Vega
recordando el perdido querer.
La morocha,.. de ojos negros
ya en tardes de primavera
recostada,... en la tranquera
no espera más el zorzal.
la misteriosa laguna
ni se oye,... en noches de luna
el pericón nacional.
Ya todo eso llevaron los años
ya no cruza veloz el pampero
y en las cañas sostén del alero
no se para el jilguero a cantar
de recuerdos que mi alma no olvida
la tapera su loza impulida
y su cruz el ombú secular.
Y también la de Juan D'Arienzo con Armando Laborde, del 2 de noviembre de 1954.
Hola Tangosalbardo, pregunto ¿ Ignacio Corsini modificó los versos de Charras, porque en todas la publicaciones Corsini figura como autor de la letra ?. ´Éxitos.
ResponderEliminarPor lo que yo sé, no modificó nada de los versos. Tal vez por cambiarle el título y adaptarlo en forma de vals, figurara en los créditos del disco como autor de la letra.
EliminarPero yo he visto los discos de Corsini, D'Arienzo y D'agostino y simplemente ponen, autores: Corsini y De Charras.
ResponderEliminarLas dos respuestas son mías (Tangos al bardo)
EliminarGracias José María por responder. Un abrazo y exitos.
ResponderEliminarGracias. a la orden...
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