Para dar comienzo a esta nota, me remito a las versiones documentales publicadas por Tomás Eloy Martínez en el semanario "El periodista", y que titulara: "La novela de Perón", entre los años 1984 y 1985. Ahí pudimos leer su versión personal del que fuera Presidente de Argentina en tres añadas de 1946 a 1955 y de 1973 a 1974, en que falleciera.
Lo documentó en varios capítulos semanales y ahí pudimos descubrir numerosos elementos biográficos de Juan Domingo Perón, con testimonios recogidos directa y minuciosamente por Martínez, con muchas horas de grabación, en entrevistas con diferentes personalidades que mantuvieron relación directa con el ex presidente.
Perón está con Libertad Lamarque, José Gobello y un guitarrista |
Como en este caso se trata del tema que tratamos en este espacio, reproduzco la parte en que Perón habla del tango y desarrolla esta conversación:
-Hasta Carlos Gardel, que fue un gran hombre, sufrió la confusión de aquellos años. Se hizo amigo de un tal Ruggiero, guardaespaldas de Barceló, y los domingos por la tarde, a la salida del hipódromo, aceptaba cantar en las milongas de Avellaneda. Tanta era la intimidad, que Don Alberto le consiguió a Gardel un pasaporte falso que usó toda la vida. Por gratitud, al retirarse de las veladas, Gardel se despedía con el vals favorito de Barceló: : "¡Ay Aurora! me has echado al abandono / yo que tanto y tanto te quería...!
-A esas milongas solían caer oficiales de alta jerarquía, y si a uno lo invitaban, no había excusa posible. Yo debí acudir unas cuantas veces y hasta tuve ocasión de hablar con Gardel. Era un hombre muy simple, buenazo, con más sensibilidad que inteligencia. Un día quiso saber cuál era mi pieza favorita para incluirla en su repertorio. Se lo dije: "Dónde hay un mango, viejo Gómez / los han limpiao con piedra pómez..."
-Esos versos lo alarmaron. Gardel, como todo artista, era un animal de cautela. Temeroso de que alguien hubiera oído, me llevó a un rincón, vichando para todos lados. "Dése cuenta, capitán -me dijo . Yo era mayor entonces- Aquí no puedo cantar semejante cosa... sería faltar a la hospitalidad..."..
La censura siempre estuvo persiguiendo al tango, durante muchos años.Incluso Vicente Crisera, que había sido un mediocre cantor de tango y que incluso grabó con la Típica Victor el tango "La victrolera", también se convirtió en censor durante uno de los gobiernos militares. Incluso lo hizo Gustavo Martínez Zuviría un escritor ultracatólico que firmaba como Hugo Wast.
Fue durante la dictadura de Pedro Pablo Ramírez, junto con Monseñor Franceschi quienes también persiguieron con mano de hierro a los versos del tango que no tuvieran las palabras en correcto castellano. Perón, que fue Ministro de Trabajo y Previsión, durante ese gobierno militar de Edelmiro Farrel, sucesor de Ramírez., mantuvo una reunión con directivos de SADAIC, con algunos de los cuales mantenía amistad, que le pidieron una entrevista por medio de Blas Lomuto, para tratar el tema de la censura.
Discépolo, Avilés, Lomuto, Filiberto,Manzi, Canaro, Razzano y otros con Perón.
Siendo Presidente de la Nación el 25 de marzo de 1949, Perón volvió a recibir a la gente de SADAIC y firmó el decreto devolviéndole al Lunfardo su carácter propular. En la imagen se ve a Filiberto, Canaro, José María Contursi, Manzi, Lomuto, Avilés, Mario Benard y otros personajes del tango, con el presidente argentino. En la reunión los recibió saludando a Alberto Vaccareza: "¡Hola Don Alberto, me enteré que el otro día lo afanaron en el bondi...". Y junto a las carcajadas , los representantes de SADAIC entendieron que ya estaba cerrado el acuerdo...
Edmundo Rivero recordaba: "Ya en mis tiempos con Troilo, Perón había empezado a dar via libre al lunfardo., no podía dejar de percibir el ridículo de llamar La mala al tango La maleva. Las anécdotas de aquel tiempo eran incontables: Se había llegado a proponer para El ciruja algo así como El hurgador de basurales.
Claro que después la métrica no daba. Por algo la gente se había tomado en farra la cosa y bromeaba con que a la calle Guardia Vieja se la debía rebautizar "Cuidado mamá". Perón además. era bastante ducho en lunfardo. Su tango preferido, el que siempre pedía cuando yo cantaba, no era al fin de cuentas muy académico. Lo emocionaba casi hasta las lágrimas (y alguna vez fue sin casi) Cuando me entrés a fallar, esa historia del jovato y de la piba.
n 1943, Martínez Zuviría, siendo ministro de Educación de Ramón Castillo, creó una comisión presidida por monseñor Franceschi, encargada de salvaguardar la pureza del idioma. Esta comisión arremetió contra los tangos prohibiendo el voceo, el uso de términos lunfardos, y cualquier referencia al alcohol y a las drogas.
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