José Portogalo |
Nació de una "pobre cosa"
(¿anhelo, sueño, fracaso?)
chapaleando en las orillas
entre la ortiga y el cardo..
Luego el silbo ahondó su gracia y sus diabluras impuso
con alborozo de pájaro; lindamente en el asfalto.
tuvo acento de amargura, "Caminito" le dio un cielo
picardía de muchacho de "Pañuelito bordado"
y arresto de flor y truco el candor unos jazmines
en un boliche de guapos. sobre las tapias volcado
Con bandoneón y guitarra y aquel decir tan porteño
pudo más tarde en los patios "Quién me quita lo bailado".
enriquecer su experiencia Carriego lo trajo al sueño
musical, con lo heredado con su lenguaje más alto;
de la nostalgia del gringo el pueblo estaba en su sangre
su lagrimón y su canto. y a su ritmo incorporado.
Aquerenció su cariño La "ventanita florida"
en la glicina del barrio en el brío del "Entrerriano",
y fue de la madreselva con una flor en la oreja
su más querendón ahijado. y un pucho bien apagado,
Retozón en las esquinas, al aire su nombre dieron:
sencillo, lúcido, claro Tango.
supo llevar con altura (Ahora que peino canas,
el dicho "cayó parado". que lindo decirle: hermano,
Entonces lució apostura llevarlo suelto en el silbo
y se brindó con guindado; como un pájaro
lo bautizó "La Morocha", y hacer que su nombre tenga
"El Choclo" limpió su barro sólo el nombre de mi barrio:
Villa Ortúzar, plaza, cielo
Y calle donde tutearlo,
Supo, sin miedo, mi voz
de chiquilín retobado).
Qué lindo decirle: che,
Somos del mismo costado!
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