La vida es una milonga
y hay que saberla bailar,
en la pista está sobrando
el que pierde su compás.
La vida es una milonga
y hay que saberla bailar,
porque es triste estar sentado
mientras bailan los demás.
y hay que saberla bailar,
en la pista está sobrando
el que pierde su compás.
La vida es una milonga
y hay que saberla bailar,
porque es triste estar sentado
mientras bailan los demás.
La vida te enseña que así es, como lo escribía Rodolfo Scianmarella en la milonguita que compuso con Fernando Montoni.Por eso las noches de BIEN MILONGA te lo recuerdan y demuestran cada Martes del año, en la siempre elegante pista de la madrileña Casa de Aragón (Pza. República Argentina nº 6), desde las 21 a las 0 horas.
Y para ir entrando en calor, con vistas a esta noche de Martes, nos damos una vueltita por diferentes pistas del mundo donde milongueros de nacionalidades varias, bailan como si hubieran nacido en un barrio porteño. El contagio es evidente y nos alegra.
Como muestra de ello arranco por un pueblo de China, donde Eleonora Kalganova y London Honglondon se mandan al ruedo con el tango El recodo, por la orquesta de Rodolfo Biagi.
Seguimos viaje y nos plantamos en Kyiv, Ucrania, para ver en acción en el Festival 2021 a Gioa Abballe y Simone Facchini. Que juegan con sus cuerpos al ritmo del valecito Miedo, interpretado por la orquesta de Juan D'Arienzo, cantando Héctor Mauré.
Y zarpo a Berlín y me instalo en el Pippo Tango. En este caso son Eva Stefanakou y Nikita Gerdt los que se lucen con los acordes de la milonga Ella es Así, por la orquesta de Edgardo Donato con la voz cantora de Horacio Lagos.
Como verás, en todas partes se cuecen habas, o mejor dicho, se baila tango, porque han descubierto la polenta sentimental y lúdica que tiene nuestro género musical. Y así disfrutaremos también nosotros esta noche en la pista de los sueños, milongueando a tope. ¿Te apuntás?
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