Este es el último reportaje a Osvaldo Manzi, unos de los grandes pianistas del tango, pieza clave de formaciones que marcaron época: Troilo, Pugliese y Piazzolla. Ahora Osvaldo Manzi no está. Se fue abruptamente. Es tremendamente triste, pero también es lindo que sus últimas palabras grabadas sean sobre la lección del maestro Pugliese.
Mi opinión personal de Pugliese, desde el punto de vista estrictamente musical: un fuera de serie. Íntegro, consecuente. Luchando contra mucha música comercial, él impuso un estilo, una forma. Y creo que marca una gran época tanguística. La suya fue una de las orquestas más tango-tango. Creo que conceptualmente su música está dirigida hacia lo bailable, sin por eso descuidar sus pretensiones armónicas.
Pero éstas no son su verdadero objetivo. A mi juicio, el verdadero es su rítmica, su forma hacia lo bailable. Yo diría que el suyo es un tango machista. A nivel nacional me consta, yo sé: Osvaldo es un estudioso. Soy de los que cambian de maestro continuamente y siempre, o lo he encontrado estudiando a la par mía o él ya había estado ahí antes. Incluso actualmente. Pugliese no es un autodidacta o un improvisado, sino un hombre de probada capacidad técnica dentro de la música.
Otro aporte, a mi juicio, a través de sus temas, de sus temas con letra, es que varios y determinados están consagrados a lograr una fotografía de la época con una natural pretensión de ser una proyección hacia el mañana, hacia el futuro, como un testigo. O sea que ha intentado (y no digo resuelto la problemática, pero sí intentado) el camino de lo social a través del tango de nuestra condición social.
Postal de la época en que Manzi reemplazaba a Pugliese en su orquesta |
Incluso creo, políticamente hablando, que dentro de esas letras hace notar las falencias de nuestro tiempo. Eso yo lo considero muy bueno, en cuanto a lo artístico, porque el artista, para mi opinión, no debe buscar sólo el aplauso, o el éxito, o hacer del arte una cosa para élites, sino que debe tratar de hacer un aporte cultural, de ayudar a abrir los ojos, tanto para la gente de su tiempo como para la del que vendrá.
En cuanto a Pugliese compositor, sacando los temas muy conocidos, ya que todo el mundo conoce la calidad que tienen, es un compositor que que no trabaja sus obras, no anda molestando a los intérpretes con la obra bajo el brazo. Es un tipo que compone y lo deja ahí. el que descubre la obra, la toca o no. Por eso es que todo lo que ha compuesto no ha alcanzado una gran dinámica de difusión, exceptuando las obras más conocidas.
A mí me consta, sé que sus otros hijos, sus otras obras, no tan conocidas, son tan buenas o mejores que las difundidas. El reúne todo lo que tiene que tener un compositor, y más para la época de la cual él es. Es decir: tiene esencia de tango, tiene identificación lo que hace, se sabe que es tango, con un color real y sabor a Buenos Aires, no a Río de la Plata. En lo rítmico, eso es fabuloso: tiene su propio decímetro.
No creo que Pugliese componga solamente a través de la vena melódica, sino también a través de la melódica-técnica. Y que aparte de lo rítmico, es un gran melodista. Mucha gente cree, equivocadamente, que la esencia de la obra pugliesana es fundamentalmente rítmica y no es así. Él es también un romántico. Todas sus composiciones tienen momentos donde se traduce ese romanticismo.
Nombrar, decir cuáles pueden ser las mejores obras, no. Eso sería parcializar. A mí me interesa la obra de Osvaldo Pugliese. Toda, en forma total.
(Publicado en la Revista Crisis, Mayo de 1976)
Y podemos escuchar a la orquesta de Pugliese, con Osvaldo Manzi sentado al piano, debido a algunas de las veces que el director estuvo preso o desaparecido. En este caso se trata del tango de Mario Demarco Pata ancha, grabado el 13 de mayo de 1957)
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