Su origen delata una esencia clara, nítida, porque su padre guitarrista y su madre pianista, cultivaron el tango, y formaron en la famosa Orquesta Tipica Tokio, de muy buen sonido y grato recuerdo. A la vez, también tuvieron su propio Trío que recorrió Oriente y Medio Oriente y dejaron una cantidad de grabaciones iluminando la infancia y adolescencia de este muchachote que se aficionó tempranamente al fueye y lo toca con la pericia de los buenos instrumentistas.
El propio Ryota que visitó Buenos Aires en numerosas oportunidades, recordaba los ensayos de sus padres con los arreglos de Dino Saluzzi y se le fue metiendo en la sangre. Tiene en su casa de Tokio una enorme discoteca que ocupa dos armarios y no se cansa de escuchar y devorar a Alfredo Gobbi, a Salgán, Piazzolla, Troilo y Pugliese. Está casado con una violinista que forma en sus conjuntos y con la cual tienen hijos en común.
En el otoño del año pasado organizó un concierto, el Sakura Tango Festival en el que llevó a Juan José Mosalini y lo acompañó con el Tokio Quartetto, formado por músicos virtuosos japoneses. Las entradas, muy caras, se agotaron rápidamente, porque el tango ha renacido con mucha fuerza en el país nipón, empujado por los bailarines que se multiplican permanentemente y viajan seguido a Buenos Aires para el "bautismo de fuego".
Ryota ha colaborado con el afamado violinista japonés Taro Hakase en su álbum de tango: La Trampera, del año 2001, y con la orquesta Bajofondo en el disco Mar Dulce. Suele escuchar a orquestas menos populares como las de Alberto Mancione, Víctor D'Amario o José García, "porque todas ellas me sugieren y me enseñan cosas", afirma muy sonriente. Y en Buenos Aires tocó con el fueye rosarino Osvaldo Marinero Montes.
En octubre de 2011, quizás para festejar su 38 cumpleaños Ryota armó un espectáculo tanguero musical llamado: Balada para un loco, con música suya y un reparto completo de bailarines y músicos, de producción propia. Para ello contrató los servicios del celebrado coreógrafo argentino Mario Morales, que le dió un toque perfecto al musical del bandoneonista japonés.
También ha realizado una gira con su orquesta por distintos países de Sudamérica, auspiciado por las Embajadas de Japón en dichos lugares. Aunque él prefiere visitar seguido Corea y Asia en general, además de todas las ciudades niponas. E intervino en la operita de Piazzola y Ferrer: María de Buenos Aires, junto a Amelita Baltar, Guillermo Fernández y Leonardo Granados.
Hoy lo traigo a la página con dos grabaciones realizadas con su orquesta. En primer término, el tango de Julián Plaza. Danzarín, y a continuación: La cumparsita de Matos Rodríguez.
Ryota Komatsu - Danzarín
Ryota Komatsu - La cumparsita
Estoy escuchando «Bandoneón Diary». la versión de Libertango es increíble. Tremendo artista. Una sensibilidad para tocar el bandoneón única.
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