La idea de Pichuco era registrarlo, pero entendía que Fiorentino no era el intérprete ideal para este tango, que siguiendo la huella de tantos otros del Catunga Contursi, está escrito en primera persona y evoca amargamente la figura inalcanzable de Grisel. ¿Porqué no lo hizo con los cantores que le fueron sucediendo y que tenían la máxima valoración? No hay explicación a esta pregunta.
Y lo extraño es que el tema lo merecía y puesto en su gran orquesta y en voces como las de Alberto Marino, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero, Aldo Calderón, Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Ángel Cárdenas, Raúl Berón, Jorge Casal o el mismo Roberto Rufino, en su paso postrero por la formación de Troilo donde dejó cosas muy buenas, tendría que haber salido muy bien. En la partitura la yunta de autores le dedica el tema a Manolo Sojit Corner, con quien estuve en Miami, cuando fuimos con Bonavena, donde se hallaba radicado desde el golpe de estado del 55, y que fue muy importante en la formación de la primera orquesta de Pichuco para debutar en el Marabú. El mismo Sojit que me acompañó durante esos días, me recordaba este tema y lo orgulloso que se sentía por la dedicatoria.
Aníbal Troilo y el Catunga Contursi con sus esposas |
Quizás haya mediado el propio Contursi para archivarlo por razones personales, dado que estaba casado desde hacía 7 años, cuando lo escribió, aunque con el tiempo casi todos sus temas evocarían al fantasma lejano de la bella Gricel, en forma explícita. Y éste es una confesión a puro cuore:
EVOCÁNDOTE
Ya hace un año y no la he vuelto a ver
y ella, sabe Dios si me recuerda,
y lentamente mata
mi tímida ilusión de no perderla.
Nadie más que yo tiene la culpa, ¡Sí!
yo soy el culpable de su olvido,
y el remordimiento de mi engaño
junto al frío de los años
me hiela el corazón.
Nunca...
vi la muerte tan de cerca, como hoy.
Cuando...
frente a un espejo me vi.
Tuve la horrible sensación
de ver sin luz, los pobres ojos míos.
Nadie...
puso albores en mi hastío.
Nadie...
Desde que me faltas tú.
Tengo entre mis manos el retrato aquel
y él, parece que me conversara.
Hay en su mirada tanta pena
y su expresión serena
me dice que un abismo nos separa.
Nadie más que yo tuvo la culpa, ¡Sí!
desde aquel castigo de mi engaño,
y hoy, al comprender que te he perdido
siento el peso de tu olvido
sobre mi corazón.
La confesión es muy dura y Catunga estaba casado desde 1935 con Alina Zárate, que le daría cuatro hijos, aunque el único varón, Lucio, moriría muy joven. El caso es que, el único, al parecer que rescató este tema del olvido sería Andrés Falgás, ese cantor surgido en 1933 del gran concurso de voces del limpia vajillas Puloil, que se emitía por Radio Splendid, y en que saldría segundo, detrás de Hugo Gutiérrez.
A raíz de una larga gira por países de América, a la que viaja enrolado en la orquesta de Juan Canaro, Falgás terminará recalando en México, tras la deserción del director y la disolución del conjunto. Allí logra hacerse un hueco importante, intervendrá en una película y graba en 1942 para el sello RCA Victor una serie de temas, entre ellos el que hoy nos ocupa, con la orquesta de la grabadora.
Evocándote lo tengo adosado a otro del mismo Falgás, pero registrado en 1963 en Colombia, para la Victor, acompañado por la Orquesta Argentina.. Se trata, este segundo tema, de No nos veremos más, de Luis Stazo y Federico Silva, grabado con "Los cinco del tango" y glosas de Antonio Cantó. Van ambos.
Andrés Falgás- Evocándote y No nos veremos más
jose maria paso lo mismo con el tango que hizo con gagliardi claro de luna parece que el gordo cuando se nombra la muerte o el hospital el gordo disparaba no se como le hizo grabar a floreal tarde gris e iuncluso a fimes de la decada del 40 medianoche que lo cantaba aldo calderon.me parece que por ahi anda la cosa ademas la letra me parece algo compleja no se... saludos - juan-
ResponderEliminarYo no estoy totalmente claro si los tangos son dramas o si los dramas son tango, pero la historia de Catunga y sus dramas está plasmada en los tangos que escribió.
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