Cantante de raíz, para lo que cursó ocho años de Canto de cámara, luego se enrolaría en la Escuela de Arte dramático de donde emergería como notable actriz, haciendo Teatro, radioteatro y cine con gente tan diversa como López Lagar, Alfredo Alcón, Rodolfo Kuhn, María Rosa Gallo, Osvaldo Bonnet, María Hermina Avellaneda, en una época en que Buenos Aires era un hervidero artístico y el público consumía tanto el teatro serio como la comedia, el cine simple y el de los cinéfilos rigurosos.
Cantando con el acompañamiento de Leopoldo Federico |
El gordo Eduardo Bergara Leuman, buen amigo mío, la convenció para inaugurar lo que luego sería su mítico local: "La Botica del ángel". En esos años de rupturas, de innovaciones, de manifestaciones artísticas de todo tipo que enriquecieron la vida cultural porteña, pese a los baches de las dictaduras que tanto daño le hicieron a esas demostraciones, Susana Rinaldi forjó su carácter de cantante de tangos que la llevaría a exhibirse en países lejanos.
Con su cuñado, el reconocido pianista Juan Carlos Cuacci |
Así la recibió Julio Cortázar en París y con este bagaje se presentó en el Teatro D'Orsay en 1976 y se le abrieron las puertas del Olimpia. Los franceses aplaudieron a rabiar a esa diseuse que les hacía llegar el tango de una manera distinta, lejana, honda.
En nuestro homenaje, con Tita Alterio, Cristina Aguilar, servidor y Héctor Alterio |
Realmente, la cantidad de premios nacionales e internacionales que ha recibido a lo largo de su carrera, dan para instalar con ellos un Museo. Algunos en Francia, Finlandia o Chile, recibidos directamente de la Presidencia de la República. Para el tango es un orgullo tener semejante embajadora itinerante que incluso lo es de la UNESCO. Nuestro Trofeo es sencillo pero le gustó mucho, está realizado por el artista Osvaldo Pérez D'Elías y la sombra de la Tana se convierte en Gardel.
Desde entonces la Tana ha hecho de todo, hasta política. En Argentina ésto puede ser traumático. Pero ella conoce muy bien la historia y sabe a lo que se se expone el artista cuando
decide hacer eso que, de un modo u otro, practicamos todos. Unos con mayor fortuna que otros, aunque el olvido que todo destruye, nos permita borrar viejas y rotundas afirmaciones que nos pertenecieron y que luego las ocultamos o disfrazamos. Quizás algun día aprendamos a respetarnos aunque pensemos distinto.
La escuchamos en dos temas: En primer término, el tango de Eladia Blázquez: El miedo de vivir y a continuación, de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo, ese aguafuerte: Patio mío.
El miedo de vivir - Susana Rinaldi
Patio Mío - Susana Rinaldi
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