Pepe Basso traía en sus jóvenes alforjas, la experiencia de trajinar en las orquestas de Alberto Cima, José y Emilio De Caro, Francisco Grillo, José Tinelli, Antonio Bonavena, Anselmo Aieta o Alberto Soifer. Era una época de gran demanda donde sobrevivían los más capaces y los cuatro años en que militó en la orquesta de Troilo lo baquetearon lo suficiente como para largarse en 1947 al frente de su propia formación.
Dialogando con las cuerdas en el ensayo previo |
Otro de los grandes logros de Basso, lo constituyó el hecho de mantener la presencia y la prestancia de su orquesta cuando el tango entró en una de esas etapas de declinación que siempre sobrevinieron a lo largo de la historia, después de haber saboreado las mieles del éxito masivo.
Se codeó con las grandes formaciones de su tiempo, y a veces tocaba el piano parado mientras dirigía a su orquesta. Este hecho efectista le sirvió para lucir incluso en programas de televisión en los que se instaló constantemente, y los clubes lo contrataban para deleite de los milongueros. Siempre arrrancaba con unas notas de Ahí va el dulce, el tango de Juan Canaro a modo de presentación, y supo para llegar, rodearse de muy buenos instrumentistas.
Por su orquesta desfilaron músicos del calibre de Alfredo Ahumada, Mauricio Mise, Rafael del Bagno, Francisco Oréfice, Lisandro Adrover, Eduardo Corti, Francisco De Lorenzo, Roberto Pansera, Juan Carlos Bera, Eduardo Rovira, Omar Murtagh, Hugo Baralis, entre otros destacados.
El sonido de su orquesta nunca decayó y consiguió muy buenos arreglos de temas clásicos, algunos con la colaboración de sus músicos. Si bien no alcanzó el podio de Troilo, D'Arienzo, Pugliese o Di Sarli, logró sobresalir en épocas difíciles, manteniendo un ponderable equilibrio entre las formas bailables y el esteticismo de las orquestas modernas.
Por eso fue uno de los primeros en incorporar a su repertorio páginas de Piazzolla como Nonino, Triunfal, Prepárense, Para lucirse o Contratiempo, interpretados dentro de los cánones milongueros, pero respetando las ideas avanzadas de Ástor, y cargados de sentido y crecimiento interior.
Con sus vocalistas Jorge Durán y Oscar Ferrari |
Lo recordamos en estos días finales de 2012 en dos temas.Su tango Pecachi, con dedicatoria muy especial, grabado el 20 de abril de 1956.
Y el valsecito de Vicente Romeo: Nuestro vals, registrado el 10 de enero de 1952.
Hola buenas. Quisiera saber si hay algo sobre una partitura de una canción de José Basso que le ha dedicado a Osvaldo Raggio ( creemos recordar que se lo dedicó llamándolo " Ñato Raggio" y que estaba en el reverso de la partitura.Desde ya muchas gracias si podrían brindarnos alguna información.
ResponderEliminarHola, queria consultar a quien fue la dedicatoria de pecachi?
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