Este tango de Dante A. Linyera que, se llamaba en realidad Francisco Bautista Rímoli, condice con las ideas libertarias de su autor, a quien ya le he dedicado un par de notas en esta página. Un poeta que en el contexto de su obra mezcla un poco de Carriego, algo de Carlos De la Púa y el mismísimo Discépolo. Siempre buceando en la injusticia social, la miseria, y ese suburbio con los claroscuros de la existencia, donde incluso la pobreza empujaba al delito.
Álvaro Yunque le enseñó a componer versos cultos que publicó con los seudónimos de Carlos Onofre Alvear y Arnaldo Demos. Pero volvió a su rumbo poético, dedicado a la expresión popular en la cual volcaría todo su sentimiento y también su ternura. Sus poesías del arrabal porteño las vertió en Semos hermanos, un libro aparecido en 1928.
La voz narrativa es omnisciente y en la historia de lo pequeño, su voz permite ver algo más que meras figuras literarias que luego se harán musicales, aunque al oyente le sorprenda encontrar a Jesús, Caifás, Pilato o Judas en los versos cantados. Al fin de cuentas Dante Linyera era un apasionado defensor de las causas justas, y su tono elegíaco rebosa de realidades, en una época donde la injusticia social estaba instalada con peso de lápida.
El vate del porteño barrio de San Cristóbal, que fue periodista, trabajó en varios medios, fundó una revista infantil y otra deportiva además de La canción moderna que se convertiría más tarde en Radiolandia, nació en 1903 y falleció en 1938, a punto de cumplir sus jóvenes 35 años. Pero su obra, incluso por eso, es muy importante. Porque le alcanzó para concebir temas como éste al que el bandoneonista Joaquín Mora le pondría música.
Dante A. Linyera |
Si volviera Jesús es la mirada de un luchador sobre la realidad de un mundo envuelto en guerras. De una época donde las desigualdades, la opacidad y turbiedad de la vida diaria, la pobreza de una gran parte de la sociedad, el maltrato social, formaban gran parte de la existencia. Por eso su pensamiento le permite ver y retratar algo más que meras figuras literarias, en el tema que recordamos.
que miras al mundo, clavado en tu cruz,
veinte siglos hace que en tu triste tierra
los locos mortales juegan a la guerra.
Sangre de odio y hambre, vierte el egoísmo
Caifás y Pilato, gobiernan lo mismo,
y, si en este siglo de nuevo volvieras
lo mismo que entonces, Judas te vendiera.
lo harían torturar.
La mujer engaña
y el hombre se ensaña
y no hay sol ni pan
para el pobrecito
que aún cree, bendito
que existe bondad...
Si volviera Jesús
otra vez con tu cruz
tendrías que cargar.
La injusticia impera. ¿Dónde está el amor
que tú predicaste, dulce Redentor?
Magdalena vaga por los callejones
apedreada, hambrienta... Mandan las pasiones...
Ya todo se compra y todo se vende
la inocencia sufre: nadie la comprende...
¡Que razón tenías! ¡Que razón que aterra!
¡Oh, Jesús, tu reino, no era de la tierra!
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