Es el título de un valsecito de Osvaldo Pugliese y Eduardo Moreno, que creo que vale la pena volver a traerlo a la palestra por sus méritos, especialmente la música, ideal para la escucha o los giros en la pista, a su compás. Los valsecitos porteños tienen esa textura que alegra la milonga, como lo hacía en las fiestas de aquellos patios familiares, en el recorrido de los guitarreros anónimos por los cafés de los barrios, o en la voz de cantores aficionados y los consagrados que los ponían de moda.
Claro, llama la atención que Pugliese nunca lo hubiera grabado con su orquesta, atendiendo a a los valores musicales que contiene, pero en este sentido vale la pena recordar lo que decían Ruggiero, Binelli, Roberto Álvarez y tantos otros que pasaron por su orquesta:
-Uno de los grandes méritos del maestro fue incitar a sus músicos para que compusieran y estos temas pasaran a engrosar el repertorio del conjunto. Muchos temas de Osvaldo Pugliese permanecieron anónimos pese a los valores que aquilataban, dándole prioridad, el propio Pugliese, a los que componían sus músicos. En ese sentido, también fue un director ejemplar.
A sus 19 años compuso, el tango que para muchos es el mejor de la historia: Recuerdo. Debió registrarlo a nombre de su padre, por ser menor de edad. Evidentemente, es muy difícil establecer comparaciones en ese sentido, pero las calidades de Recuerdo, son muy evidentes e incluso avanzadas para la época. La versión de Horacio Salgán con su orquesta vigorizó a esta excepcional pieza, que Pugliese terminó años después, agregándole las variaciones del final.
Pugliese invitaría al poeta, escritor, periodista, Eduardo Moreno, a escuchar el tema en su casa con la posibilidades de agregarle versos al mismo. Moreno era amigo de su hermano Vicente, violinista, conocido familiarmente como Fito. Incluso del otro hermano, el también violinista Alberto, con quien compusiera el vals Rosas olvidadas. Con Osvaldo, en total escribirían 5 temas: El aludido Recuerdo, que Pugliese grabó con su orquesta y la voz de Jorge Maciel en 1966, luego de haberlo consagrado en forma instrumental; los valsecitos Navidad, también con la voz de Maciel en agosto de ese año, Marga y Noche de mayo, y los tangos Prenda querida y Juventud.
Eduardo Moreno fue un poeta ampuloso, de grandes vivencias, escritura frondosa, que elaboró adherida a la música de numerosos compositores de fama bien ganada. Como Julio De Caro, su hermano Francisco, Raúl Kaplún, José Pascual, Elvino Vardaro, Juan Canaro, Antonio Polito, Cristino Tapia, Ernesto De la Cruz, Enrique Maciel, Anselmo Aieta, Gabriel Clausi, Arturo Gallucci, Alejandro Scarpino, Suárez Villanueva, Carlos Figari, Roberto Maida, Pedro Maffia, Lucio Demare y otros.
En el caso de este valsecito del título que escribiera sobre la música previa de Osvaldo Pugliese, y que lleva como Subtítulo: Un pensamiento, vuelve a expresarse en versos largos, pródigos en expresiones candorosas y poéticamente amorosas, con algo de rebuscamiento, que seguramente aminora los efectos de la melodía sobre el oyente. En la primera parte ya muestra toda su artillería romántica.
Envuelta con la cálida caricia de una flor,
dormida entre la música que entona un ruiseñor,
pone junto a las cálidas canciones mías
su dulce melodía, tu amor.
Vuelvo con el melódico poema arrullador
que encierra la nostálgica pasión de un soñador,
templado en el genial crisol
de tu hermosura
donde por tí fulgura,
mi sol...
El poema es extenso y se desarrolla con abundancia de alusiones al amor ensoñado y florido. No tuvo mayor recorrido, y lo grabó la Orquesta Típica Victor, dirigida por Adolfo Carabelli. con el cantor Teófilo Ibáñez, el 14 de febrero de 1931. Osvaldo Pugliese tenía 24 años cuando compuso este valsecito y creo que vale la pena, volver a escucharlo en dicha versión.
Marga - Típica Victor-Teófilo Ibáñez
"Color Tango"....y su director Roberto Alvarez...."el negro"
ResponderEliminarcomo cariñosamente le llamamos, hombre sincero...buena persona
.... He grabado varios temas con EL...