Homenaje a Carlos Di Sarli en vivo

Ocurrió en 1958. Un concurso de la Revista CANTANDO entre sus lectores para elegir cuál había sido la mejor orquesta típica durante el año 1957, determinó con los votos,  que la misma había sido la del maestro Carlos Di Sarli. Un músico que labró su prestigio, llegando humildemente desde Bahía Blanca a la Capital con la idea de llevar sus conocimientos musicales al tango. Su trabajo, sus ideales consistían en mejorar día a día. Nunca quiso alambicarse y ser sólo estilo. Y vaya si lo logró.

                                         

Hoy día, a 56 años de su fallecimiento, triunfa en el mundo entero con sus discos inextinguibles y en este recuerdo, vamos a escuchar a su orquesta en directo desde el Teatro Apolo, el 10 de marzo de 1958, donde se celebró el homenaje a teatro lleno.  Fue además transmitido en directo por Radio Libertad, en el programa de su representante y comentarista de tango, Antonio Cantó -lo acompaña en la imagen de arriba-, desde las 22 hasta las 2 de la madrugada, con presencia en el micrófono de numerosos artistas. Yo trato de obviar el momento del comienzo y la conexión con la radio y arranco desde el momento que canta Edmundo Rivero con sus guitarristas. Interpreta el tango de gran éxito entonces: La última curda, de Troilo y Cátulo Castillo.

                                           

                                               03- La última curda - Edmundo Rivero


A continuación se presenta en el escenario la orquesta de El Señor del tango, como lo bautizara precisamente el propio Antonio Cantó. Y ante el delirio de sus hinchas, llegados desde todos los barrios de la Capital,  interpreta con su orquesta este hermosísimo tango que le llevó  fraguarlo 25 años, porque lo iba dejando hasta que lo terminó y estrenó en los carnavales de ese año 1958.

                                                 05- Bahía Blanca - Carlos Di Sarli

                                           

Y acá llega un momento importante de la gran fiesta, porque invitado por el presentador del Teatro, el maestro Di Sarli, agradece la distinción de la Revista Cantando  y a su director, Emilio Roca, dejando el testimonio de su voz, su humildad y grandeza. Realmente emociona escuchar a Don Carlos Di Sarli y recordar a sus antecesores en el tango, ese linaje de musicalidad nostálgica, y dejar el agradecimiento por todo lo que simboliza ese premio. Maravilloso.

                                                      Palabras de Carlos Di Sarli

                                                

                                                      

A continuación subirá al escenario el director de la RCA Victor argentina, César McKenzie, quien luego de pronunciar unas palabras, explica que la grabación del tango Organito de la tarde, por la orquesta de Di Sarli, había batido el récord mundial de venta de discos (Más de dos millones de placas). Y allí invita a su Director Artístico Franco Fiore, para que le entregue el disco de oro de la Victor por dicho registro. Además de un gran cuadro y un hermoso reloj de oro.  Otro impacto de la noche.

                                        07- La RCA Victor le entrega el disco de oro 

                                   
                                       

Y como gran fin de fiesta, el maestro Di Sarli, agradece dicho premio y a la RCA Victor por el espaldarazo que le dió con sus grabaciones, y con la orquesta interpreta ese tango que tanto se bailó en las milongas porteñas durante aquellos años.  Lo realizó siempre en forma instrumental. Hermoso final para una noche inolvidable que ahora volvemos a revivir.

                                    08- Di Sarli agradece el premio y toca dicho tango

                                         

                                      
Con algunos muchachos de la barra estuvimos aquella fantástica noche. Y es un placer traerla del recuerdo tan emotivo. Por eso los invito a escuchar nuevamente, este Organito de la tarde, grabado el 31 de agosto de 1954. Fue la tercera vez que lo llevó al disco.

Organito de la tarde- Carlos Di Sarli