Una milonga es BIEN MILONGA cuando la música está a tono con los participantes y los impulsa permanentemente a la pista. Hay países donde no se le da la importancia que este apartado realmente tiene, y los resultados se notan en la respuesta anodina de los bailarines. Hay que darles manivela y una selección que les haga galopar el corazón con prisa y sin pausas. Así lo entendimos desde que entramos precozmente en la milonga y así seguimos, conquilleando los oídos de la parejas.
Mariana Montes y Sebastián Arce |
Y hablando de parejas artísticas, hoy estoy emberretinado con la que forman desde hace 18 años, nada menos, el santiagueño Sebastián Arce y la porteña Mariana Montes. Anda ambos por los 37 años,- Mariana es un año mayor- y han recorrido infinidad de países llevando sus espectáculos, sus clases y sus exhibiciones tan festejadas. Sebastián es pupilo de Juan Carlos Copes y Mariana aprendió con un par de profesores, guiada por el sentimiento que le producía el tango. Me encanta verlos y coincido con la apreciación que tienen de esta danza y la manera de enseñarla. Por eso pueden tener escuelas en Italia o en Rusia. Los resultados que obtienen con sus alumnos son inmejorables.
Vamos a verlos en exhibiciones recientes para completar esta reseña. Podemos arrancar con este tango: Tigre viejo, por la orquesta de Osvaldo Fresedo y la pareja en acción.
Ahora una milonga para subir los decibeles. La ejecuta la orquesta de Ángel D'Agostino y la canta Ángel Vargas: Compadreando. Lo bailan dentro de un Festival, en Karlsruhe -Alemania-
Y un valsecito que siempre alegra los corazones. En este caso se trata de Viejo portón por el Sexteto Milonguero.
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