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jueves, 18 de septiembre de 2025

Corazón

 Se acerca el fin de semana y mi cuore empieza a latir más fuerte, pensando en milonguear  con esas maravillosas grabaciones que nos legaron las grandes orquestas del 40/50. Los que hemos tenido la inmensa fortuna de haber bailado en vivo con esas formaciones, sabemos todo lo que representó en nuestras vidas milongueras. 

Todos los tangueros coincidimos en  que Di Sarli fue una de las que tuvo gran arrastre y para bailar es sencillamente ideal, porque él tocaba para los bailarines y lo dijo en más de una ocasión. Y, como compositor supo expresar todo su sentimiento tanguero, con una obra maravillosa. Éste, por ejemplo, es uno de los tangos que compuso la pareja Marcó-Di Sarli y que arrancó ganando desde su estreno en 1945.

                                     


Marcó, a quien me encontraba y traté seguido en el hipódromo de Palermo,  lo recordaba así: "Y conocí a Carlos Di Sarli, me lo presentó Cayetano Puglisi. Me elogió "Alma mía" y ya conocía "Callejón" y "Que nunca me falte". Me preguntó si quería colaborar con él. Fuimos a un bar de Tucumán y Maipú y comenzó a tararearme un tango. Enseguida le dije el nombre: «Se va a llamar "Corazón"».

Lo grabaron Roberto Rufíno el 11 de diciembre de 1939 y, quince años más tarde, Mario Pomar, el 2 de febrero de 1955. Después de la primera grabación, yo estaba en el estudio, Di Sarli dejó el piano y me dijo: «Lo felicito. Si usted quiere podemos ser colaboradores de ahora en adelante». 

Recordamos esa primera composición de la flamante dupla y que les abrió la puerta al éxito. Marcó hizo la letra sobre aquella música previa de Di Sarli. Es la eterna historia del hombre a quien abandonó su amada y la expresión del dolor interno. Pero, en este caso, el personaje tiene el corazón destrozado y le habla al órgano interno como si se tratara de una persona dentro de sí mismo. E intenta darle y darse ánimo.

Corazón, me estás mintiendo...
corazón, ¿por qué lloras?
No me ves que voy muriendo
de esta pena a tu compás.
Si sabés que ya no es mía,
que a otros brazos se entregó,
no desmayes todavía,
sé constante como yo.
Dame tu latido
que yo quiero arrancar
esta flor de olvido
que ella ha prendido
sobre mi mal.

"Lo grabaron con Rufino, el 11 de diciembre de 1939 y, quince años más tarde, Mario Pomar. Después de la primera grabación, yo estaba en el estudio, y ahí fue cuando charlando con Di Sarli llegamos a la conclusión de que podíamos convertirnos en una pareja exitosa.". A partir de eso le siguieron "Alma mía" que yo había hecho con Diego Centeno y "En un beso la vida", con música de Di Sarli...".

                                       


Ciertamente, el tango "Corazón" fue un impacto y selló la unión del poeta y el músico, que dejarían una ristra de temas que siguen siendo "carne de milonga" y también una caricia al cuore cuando lo escuchamos en el ordenata o el reproductor. Y el diálogo íntimo entre el desolado personaje y su cuore sigue descorchando posibilidades de regreso feliz, pero también de un latido que termine por apagarse...

Corazón,
no la llames
ni le implores,
que de tus amores
nunca has merecido
tanta humillación.
Creo en Dios
y la vida,
con sus vueltas,
sé que de rodillas
la traerá a mis puertas
a pedir perdón.

Ya verás, cuando retorne
y en sus pasos traiga fe,
que no es loca mi esperanza,
que no en vano la lloré.
Yo tendré en mi boca un beso
para su desolación
y mis manos las caricias
que le entreguen el perdón.
Pero si no viene
¡yo no quiero vivir!
Y en mi triste noche
sin un reproche
sabré morir...

Acá podemos revivir la versión de Roberto Rufino con Di Sarli, que tiene pomada milonguera y es la que más me gusta para bailar. Y, por supuesto, para escucharla una y otra vez...

                          


(Y de paso tengo el placer de destacar que ayer -18 de septiembre-, tuve 4.500 visitas en mi página...!!!)




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