su ritmo es el compás que vive en mi ciudad,
no tiene pretensión, no quiere ser procaz
se llama Tango y nada más.
José María Suñé
Qué bien lo reflejaba al tango este hombre, que, además de ser representante de la orquesta de Ricardo Tanturi, de José Basso y otras, escribía versos que tenían éxito seguro por su polenta tanguera. Estas aleaciones de poetas, compositores, músicos y cantores, dieron como resultado la grandeza de la música popular porteña que ha superado todas las previsiones y siguen ganando terreno en los lugares más alejados de Buenos Aires, con aquellos temas de épocas geniales.
Podemos comprobarlo al escuchar la selección que he preparado para la milonga de esta noche en la Casa de Aragón de Madrid. Justo en la Plaza República Argentina nº 6 de Madrid. Son temas que te arrastran a la pista, y la nuestra es de las que da gusto, porque te deslizás con ganas por el piso de madera lustrada. Si lo querés comprobar date una vuelta por nuestra milonga y luego me lo contás.
Y ya sé que ahora te querés dar una passeggiata conmigo por festivales y otras pistas para echarle un ojo a las parejas que se exhiben con su bagaje de figuras, intentando ganarse a los milongas que los rodean. Constituyen un grupo cada día más numeroso y las hay de todo calibre. Muy buenas, buenas y regulares... Dejalo ahí. Pero lo cierto es que hay algunos que se lo han tomado en serio, se lo han trabajado y suben en el ranking de parejas.
¿Que te parece si arrancamos por Grecia? Allí, el argentino Lucas Gauto, emparejado con la local Naima Gerasoupoulou , en la Milonga "El cabeceo", se manda con Juan D'Arienzo, su orquesta y el cantor Alberto Echagüe en este tango clásico y rompedor: La bruja. Acordate de agrandar la imagen.
Y ése es el gran milagro del baile de tango, ¿viste? No importan las nacionalidades, los idiomas, las edades... Cuando los cuerpos se imantan al compás de un tango, una milonga o un valsecito, los cuoren vuelan, los pies dialogan, y la pareja se suelda emocionalmente. No falla. Sobran las palabras y hablan los cuerpos. Así se forma la pareja. En el siguiente caso, son dos griegos: Loukas Balokas y Georgia Priskou, que en el Sultans Tango Marathon de Estambul, Turquía, se bailan La milonga que faltaba por la orquesta de Edgardo Donato, cantando Horacio Lagos.
Y para ratificar toda esta sanata milonguera, vemos a la pareja integrada por el turco Yalcin Ugur y la rusa Elizaveta Tavroskaya. Se lucen en el Planetango del Moscú Music Hall, bailando al compás de Juan D'Arienzo, su orquesta y el cantor Osvaldo Ramos en el tango: Mi dolor.
Cuando los cuerpos hablan, sobra el chamuyo. Está clarete, ¿no?
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