Lo demostró sobradamente cuando en 1993, Carlos Lázzari lo aprobó para viajar a Japón con La Juan D'Arienzo, y ya aquilataba su valía. Y eso que el mismo Lázzari confesaba que cuando probaba músicos para viajar a Holanda o Japón, muchos bandoneonistas agachaban el lomo y se iban mal porque no daban el tono, por más que se menospreciara a esta orquesta.
-Fue increíble -recuerda Fabio- En Japón recorrimos 65 ciudades en tres meses y medio de estadía, con la orquesta.
Su padre era comerciante y muy tanguero. Por eso le regaló el bandoneón a Fabio, que gracias a la longitud de sus brazos y dedos podía llegar con cierta facilidad a los botones, pese a sus escasos seis años. El fueye santafecino Domingo Mattio, que estuviera veinte años como ladero de Aníbal Troilo en su orquesta, fue el encargado de enseñarle los fundamentos de la ejecución. Y supo además calmar sus ansias jóvenes de absorber todo rápidamente y escalar posiciones.
-Me aconsejó: "Tranquilo, todo llega. Subí de a un solo escalón y firme...".
-También es cierto que el regalo de mi viejo fue acertado, pero cuando fui creciendo y tomando conciencia de la música y del instrumento, lo que me acercó definitivamente fue la riqueza del género, y lo que se puede lograr con un grupo de tango.
Admirador de Troilo, Piazzolla y Leopoldo Federico como bandoneonistas y de las orquestas de Troilo y de Pugliese ("son geniales"), con el tiempo sería siempre un gran admirador del Sexteto Mayor. De hecho, y luego de militar durante tres años en la Orquesta Juvenil de Roberto Siri, donde arrancó con 14 años, se le ocurrió la idea de fundar el Sexteto Menor. El propio Luis Stazo, fueye de altura que creara el Sexteto Mayor con Pepe Libertella y lo pasearan durante años por todo el mundo, le regaló a Fabio unas partituras y sería su padrino artístico.
Vendrían luego su Sexteto Sur allá por 1985 y en 2006 el que lleva su nombre y es material for export, pero también tiene su ámbito de trabajo en las salas que ofrecen tango para el turismo ávido del género en Buenos Aires.
-A nivel gubernamental el tango hoy tiene bastante difusión -dice-, pero lamentablemente no se generan lugares donde poder trabajar con el tango. Exceptuando las Casas de Turismo, que como sabés no son muchas. Por lo tanto la gente entra en el mundo del tango y después no tiene donde expresarse.
Fabio vive en pareja con Verónica Salmerón, bailarina de tango y coreógrafa.
-Actualmente es la directora artística de Sabor a Tango, la casa donde toco con el Sexteto cada noche. El grupo lo forman: César García en piano, Marcos Press y Leandro Sandroni son los violines, Pablo Araujo en contrabajo, Julián Arellano en cello y yo en bandoneón, dirección y arreglos.
Para eso se formó concienzudamente en su etapa de aprendizaje con el profesor Pedro Aguilar en armonía, contrapunto y composición. Sabe contagiar ese temblor mutuo de sus músicos y convocar el aplauso del público, por su certeza creadora. No sólo en Argentina sino incluso en la impresionante cantidad de países y provincias que ha recorrido con su música. Incluso con variados espectáculos y shows, donde dirige y aporta todo el material musical. También lo hizo en cine.
Tuvo la gentileza de regalarme el último de sus CD: Logia tanguera, que hace el número 12 de sus compactos, algo notable en estos tiempos de sequía de registros. Me encanta uno de sus tangos propios; De apile, donde pareciera asomarse el fantasma de Pugliese. Es cierto que también grabó electrónicos, algunos con Bajo Fondo, pero eso lo hizo también Piazzolla, para luego desecharlo. Algunos de los temas compuestos por Fabio ya han tenido largo recorrido como Encanto Rojo, con esencias muy logradas, Dramático o el vals Lumieres. Revitalizador, modernista y a la vez decidido a impregnarse de antiguas alegrías de barrio como nos mostrara en su CD de valsecitos porteños y la recreación de tangazos como Patético, Recuerdo o Mala junta. Acompañó al Polaco Goyeneche ("Increíble... gran compañero") y a otros cantores y cantantes, y escribe mucho, con ganas.
-Tengo la suerte de poder componer cuando me siento a escribir. Quizás tardo algunas veces más que otras, pero soy muy obstinado con el trabajo, así que cuando me propongo lo hago.
Al final me estaba hablando del respeto que tienen los japoneses con el tango, nos despedíamos y me dice: ¡Ah!, Esperá que te cuento una...
-Fue en el 2001 cuando estábamos de gira en Japón junto a Raúl Lavié. Todos los restaurantes cierran muy temprano y estábamos en un pueblo muy pequeño del interior. Entonces, cierran más temprano aún.
Caminamos unas 15 cuadras, era una noche de invierno y llegamos a una pizzería, que por suerte, estaba abierta.
Al salir, estaba nevando, volvíamos caminando con un frío bárbaro, y el Negro se vino cantando bajo la nevada con ese cacho de voz, desde el restaurante hasta el hotel sin parar...
Un privilegio que tuvimos los tres que estábamos con él.
Ya lo creo.
Escuchen estos dos temas suyos con el Sexteto: De apile y Encanto Rojo. Luego me cuentan.
01- De apile - Fabio Hager Sexteto
10- Encanto Rojo - Fabio Hager Sexteto
Y si querés saber más de este fueye bravo y sus andanzas, pinchá acá:
http://fabiohager.wix.com/tango
yo lo escuche cuando integraba el sexteto sur y al poco tiempo creo que acompañaron a nelly omar actuabanm en el parque centenario una tarde y por ir a saludar a un violinista hijo de un amigo por saltar una valla me cai y me rompi el humero y los muchachos no podian creer que yo con la rotura los fui a saludar y felicitar bue.. de alli al hospital durand.ese sexteto sonaba un kilo lastima que se disolvio y creo que no grabaron. el y el violinista mencionado viajaron con lavie a japon.me gustaban porque tenian un repertorio tradicional con propuestas innovadoras pero respetando la esencia que a los tangueros nos gusta.salute jose maria juan de boedo
ResponderEliminar¿Y el húmero manzi, bien? Nos pasa cada cosa a los tangueros...
ResponderEliminarcon el humero roto podes bailar ,pero te imaginas un milonguero de ley con callos plantales y juanetes? ja...... eso si que es jodido salute juan de boedo
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