Novela del bailarín
que escrita está,
un trozo en cada salón
de mi ciudad...
De la Unione al Augusteo
con ella te veo
soñando a compás.
García Jiménez se refería al salón de la Sociedad Italiana Unione e Benevolenza, que estaba en la calle Cangallo (hoy Tte. General Perón) al 1300. Fue la primera sociedad italiana que se hizo fuera del país de origen y el edificio era realmente hermoso. Los domingos había milonga y varios muchachos de mi barra solían ir. El salón Augusteo estaba a 100 metros de allí, en la calle Sarmiento. Refugio de grandes milongueros de antaño, estaba enclavado en la Societá Unione Operai Italiani, y era un centro de ayuda para tantos inmigrantes de este país europeo.
El baile de los domingos...!
sencillo, criollo y tan lindo.
Encadenado a sus tangos
hoy vivo cautivo
del ritmo dulzón.
Emoción hay una sola
y es llorar de bandoneones
llorando acordes de Arolas.
¡El baile de los domingos...
remanso del corazón...!
Viví parte de esa época cuando me largué aún cachorro a recorrer las milongas céntricas, aunque los domingos después de la Unione había que salir corriendo para el Club Atlético Huracán donde nos matábamos en la milonga de la domenica con grabaciones . ¡Maravillas de altri tempi!
Bueno, en realidad esto viene a ser como un aperitivo de BIEN MILONGA, que esta noche, como todos los sábados y martes, ofrecemos en la Casa de Aragón, de Madrid, en la Plaza República Argentina, nº 6. Y hay que aprovechar porque en Agosto cierra por vacaciones la Casa y entonces iremos a darnos unas buenas raciones de playa, mar, sol y pescaditos surtidos.
Y para abrir boca con la milonga de esta noche me hago el viajecito de rigor por salones de distintos países y arranco por el lado de Estambul, para ver en acción a la pareja integrada por Dana Frígoli y Adrián Ferreira, bailando el bello tango Fruta amarga, por Miguel Caló cantando Raúl Iriarte.
Y de allí salto a Dubai para que observen cómo ha prendido el tango en estos sitios. Y para admirar a Diego El Pájaro Riemer, con Natalia Cristóbal Rivé, bailando el tango Niebla del Riachuelo, por el Polaco Goyeneche acompañado por la orquesta dirigida por Raúl Garello (¡y mirá que es difícil).
Ahora, para cerrar la muestra, me rajo a Moscú para ver a la dupla, Yury Alexeev y Elena Chivilina bailando la milonga: Qué tiempo aquel, por Francisco Lomuto, cantando Jorge Omar.
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