Hoy he escogido este tango que llevara al disco Francisco Canaro en 1927, cantándolo Luis Díaz. Y lo he traído al blog por varios motivos. Esencialmente, porque fue en este disco donde se inscribió por primera vez en los títulos, el nombre del estribillista, que hasta entonces no figuraba, por más prestigio que tuviera. Y ésta sería, otra vez, una de las tantas innovaciones que trajo Pirincho al mundo del tango.
Fué él quien introdujo al contrabajo en la orquesta típica, y el instrumentista elegido fue el negro Leopoldo Thompson, que también fungía con la guitarra, y que sería el contrabajista del posterior y exitoso sexteto de Julio De Caro. Consiguió llevar a París a sus hermanos Juan, Rafael y Mario, armándoles una orquesta a cada uno de ellos. Formó el trío Irusta-Fugazot-Demare, impulsó el viaje de los Pizarro a Francia y abrió camino al tango en Nueva Yok.
Escribió una cantidad impresionantes de tangos, milongas y valses, que algunos dijeron que eran comprados, pero como comentaría Horacio Salgán: "Si los compró, se los compró todos al mismo, porque llevan un sello idéntico en sus formas". Grabó con Gardel, tuvo en su orquesta al legendario Minotto, a un Marianito Mores muy joven, grabó numerosos temas con Charlo, que nunca actuó con su orquesta en público, hizo cine, produjo películas y además realizó unas comedias musicales que alcanzaron gran resonancia en la calle Corrientes.
Nacido en una familia muy pobre, cuyos hijos se criaron arracimados en una habitación, vendería periódicos de niño, apenas tuvo escuela y su instinto le llevó a ocupar los primeros planos de la música ciudadana, durante muchos años. Incluso con su Quinteto Pirincho que ideó sólo para vender discos y que siguen sonando en las salas de baile.
Los cantores, en aquellos años veinte no figuraban en el disco y eran tenidos como estribillistas, porque sólo cantaban la segunda parte de los temas y a veces, si siquiera completos, porque primaba la música que era bailable. También se los denominaba chansonniers, tomado de la canción francesa y conviene recordar que Gardel no fue cantor de orquesta aunque haya grabado algunos temas acompañado por un conjunto típico.
En el caso que me ocupa hoy, el primer cantor que figuraría en los créditos con la orquesta de Canaro, sería un muchacho nacido en Paysandú, Uruguay, pero criado en Buenos Aires, por sus padres españoles que se trasladaron a vivir al país vecino. Estudió canto y llegaría a ejercer su vocación en los coros del Teatro Colón. También se desempeñaría como speaker radial (locutor) ayudado por su colorida y educada voz de tenor, que lució incluso en dúos..
Incorporado a la orquesta de Francisco Canaro, debutará en el disco con el tango de Horacio Pettorossi, Angustia, el 10 de enero de 1927, cantando sólo unas estrofas. En su segunda intervención vocal en la orquesta de Pirincho, con el tango del título, aparece por primera vez mencionado el nombre del estribillista. Era la grabación número 1016 de Canaro y la registró el 24 de febrero de 1927, en el sistema eléctrico que había comenzado a reemplazar al antiguo formato acústico desde noviembre del año anterior.
El tango Resignación (Incluso lleva otro título: Señor Juez), les pertenece al pianista Fidel Del Negro y Alfredo Navarrine y lo podemos escuchar a continuación.
03- Francisco Canaro-Luis Díaz- Resignación (Señor Juez)
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