En Rio de Janeiro, como en Buenos Aires, en París o en Madrid, bailar Tango cualquier noche de la semana es uno de los grandes placeres de la familia milonguera, pero la noche del sábado viene a ser como la joyita de la corona. Porque cerrar la semana a puro tango, es un alimento para el alma. El domingo nos servirá para la recordación y el goce post milonga, las emociones atesoradas, además de los ravioles del mediodía dominguero y una buena pizza por la noche.
Bien Milonga guarda el fermento de aquellos tangos que me vacunaron contra el olvido y las inclemencias de la vida, y el sonido de esas orquestas que todavía no encontraron reposición, debido a su originalidad, arreglos y yeites que nos formatearon en las pistas de baile. Por eso tenemos dos noches de la semana (Sábado y Martes) para darle rienda a nuestros cuores milongueros en una pista cálida y con lindo ambiente.
Y para comprobar que el tango se puede bailar muy bien, tanto en forma vertical como en horizontal, y que se presta para alimentar toda veta artística, nada mejor que disfrutar de esta pareja del Cirque du Soleil, haciendo maravillas en la pista y en la barra. Espectacular y de muy buen gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario