¡Feliz Navidad!

Lo bueno que tienen estas fechas es que uno se reencuentra epistolarmente con tantos amigos diseminados por el mundo, que eso, ya es de por sí, un motivo de felicidad para mí. Porque considero que la amistad es uno de los mejores valores que uno puede cosechar a lo largo de su vida.

El resto es la familia, las batallas ganadas, empatadas y perdidas, esas ilusiones eternas que nos acompañan a lo largo del viaje como una llama votiva, las fugacidades del dolor y la alegría y el poso de experiencia que todo ello nos va dejando.

                                       

Y para todos nosotros, que militamos en las filas del tango desde hace muchos años, como debutantes perpetuos, o los que van llegando con las nuevas oleadas de aspirantes a milongueros de ambos sexos, cada página que escuchamos en la vitrola o en el altavoz de la pista, es un golpecito directo al cuore.

El tango también es melancolía y un acompañante perfecto para los días grises, otoñales y con el saco de nostalgias que cargamos sobre nuestras espaldas. Claro que está la contrapartida del valsecito pora las mañanas asoleadas en que el dios Febo nos envía su mensaje de luz brillante a través de las ventanas, incluso en los días fríos del invierno.

                                     

Y como hoy festejamos la Navidad, me apilo con todos ustedes en un valsecito y un candombe para celebrar la Fiesta, y para completar  una Nochebuena rebosante de comidas y regalos.

                                                 

Vamos entonces con Alfredo De Angelis, sus cantores Carlos Dante y Oscar Larroca, en este valsecito: El vals de Nochebuena. Y por Romeo Gavioli, su voz y su orquesta, en el Candombe de Navidad.

¡Y Feliz Navidad!

021- El vals de Nochebuena - De Angelis-Dante-Larroca

Candombe de Navidad - Romeo Gavioli