Hablo seguido con Beba porque es una mujer encantadora, con un bello sentido de la amistad. Y también aprovecho los regalitos fotográficos, recuerdos hermosos, que nos deja en la Barra del Tango que capitanea Roberto Mancini, el que fuera gran cantor de Caló o De Angelis, entre otros. Acá la vemos en su 12ª cumpleaños junto a Papá Osvaldo y Mamá María Concepción.
Primero quiso ser bailarina y estudió danzas clásicas. Luego le agarró el gustito al piano, y ver ensayar en su casa la orquesta de Don Osvaldo es un lujo increíble y emocionante. Lo describe muy bien en su libro, como la creación del tangazo Negracha, que mientras lo componía y ensayaba en el piano, le iba pidiendo a Beba su opinión sobre el mismo.También recuerda cuando iba con su primos y bailaban en el Club del barrio. En realidad estudió en serio y pudo ser pianista clásica, pero el tango la fue enganchando y suele darnos conciertos que son muy aplaudidos por la gente.
Algunas veces veraneaban en Mar del Plata. La orquesta de Pugliese cumplía algunos contratos veraniegos y de paso, aprovechaban la ocasión y disfrutaban de la playa, como se ve en este registro fotográfico, en que el maestro está con Beba y su nieta María Carla, en La Perla. Don Osvaldo se pone la gorrita de la nena al revés, como la usaba ella y la feliz mamá, Beba, sonríe feliz.
Ya les conté que Beba baila muy bien el tango. Incluso lo hizo en el escenario, con Roberto Herrera, a modo de anécdota porque en esa gira había acudido con su orquesta. En una oportunidad que estuvo en Madrid, le hicimos un pequeño homenaje en un boliche argentino y bailé con ella, comprobando in person que se mueve muy bien en la pista.
Cada tanto, cuando tiene poco trabajo y le da el piante, se da el lujo de ir a alguna milonga y mover los remos al compás de esos discos que nos empujan a todos en la pista. Estuvo, por ejemplo, en el Club Oeste, de la calle Juan Bautista Alberdi. donde yo milonguée cuando era muy jovencito, y donde arrancó nada menos que Nélida Roca, la que fuera escultural vedette de la calle Corrientes.
Y acá la vemos bailando con un milonguero -Rolo- con la cancha libre que le dejaron para que pudieran florearse a piaccere. Se lucen con el tango de Francisco Caffiero, Cachirulo, por Aníbal Troilo y su orquesta de los cuarenta.
Digamos que es una anécdota, simplemente, y para corroborar que tiene alma milonguera. Pero lo suyo es el tango bien tocado. Y dirigiendo su orquesta y con sus vocalistas, Darío Vitale e Isabel Mendoza, la podemos disfrutar en una hermosa selección de temas.
¡Muy groso, Beba!
lindo
ResponderEliminarHermoso, ùnico; gracias por compartir estas anècdotas.
ResponderEliminar