Yo tuve un trompo azul que fue mi hermano,
lejano saltarín de piedras viejas,
por la zurda del barrio a contramano
y en calles de portones y de rejas.
La punta de su acero fue una estrella,
ninguno en la querella fue mejor,
y en cambio, dormilón, en manos de ella,
se dio a soñar, temblándole el amor.
¡Mi trompo juguetón!
La poesía
del grillo del zanjón
le diera un día
perfil de corazón
y el hilo de un violín
sin fin
aquel cordón.
Mas la tierra girando alucinada,
como un trompo gigante de la nada,
me traicionó, llevándose al confín,
la esquina del jazmín,
la luna y tu mirada.
Mi soledad
manchada de verdín,
regresa sin piedad
a la ciudad
de barro y adoquín.
lejano saltarín de piedras viejas,
por la zurda del barrio a contramano
y en calles de portones y de rejas.
La punta de su acero fue una estrella,
ninguno en la querella fue mejor,
y en cambio, dormilón, en manos de ella,
se dio a soñar, temblándole el amor.
¡Mi trompo juguetón!
La poesía
del grillo del zanjón
le diera un día
perfil de corazón
y el hilo de un violín
sin fin
aquel cordón.
Mas la tierra girando alucinada,
como un trompo gigante de la nada,
me traicionó, llevándose al confín,
la esquina del jazmín,
la luna y tu mirada.
Mi soledad
manchada de verdín,
regresa sin piedad
a la ciudad
de barro y adoquín.
Tango del enorme Cátulo Castillo con música de Héctor Stamponi.
(Pintura de Joel Jones)
Esta belleza la canta con esa emoción como ella sabe transmitir, Susana Rinaldi, con orquesta. Año 1973. Porque Cátulo y Chupita lo escribieron especialmente para la Tana.
El trompo azul - Susana Rinaldi
No hay comentarios:
Publicar un comentario