Increíblemente no ha pisado jamás un Conservatorio de música. Es autodidacto y tanto su padre como su padrastro, que eran músicos, lo animaron desde pequeño a tocar la guitarra. Nació en Monte Grande, una localidad de la Provincia de Buenos Aires y debido a su infancia humilde, recién pudo comprarse una guitarra a los 27 años. "Hasta allí toqué siempre con instrumentos prestados. Unos buenos, otros regulares y la mayoría muy malos. Pero como siempre era el más pequeño de los conjuntos en los que tocaba, los grandes me dejaban".
También lo empujaron para tocar todo tipo de canciones, y afirma que el gusto de tocar todos los géneros viene de ahí. Genial improvisador, creció escuchando en casa tango y folklore, pero después de sus etapas en el pub El Papagayo y un zulo en la calle Paraná llamado Oliverio, su nombre empezó a circular por los distintos garitos de la música. El dueño de Oliverio tenía miedo de que le echara a los clientes del sábado y le dejó los domingos, sin mucha fe en él.
Pero resultó que, como los domingos la mayoría de los músicos extranjeros que actuaban en Buenos Aires tenían día libre, por allí fueron cayendo algunos del calibre de Scott Henderson, Alan Holdsworth, Chick Corea, Frank Gambale… "Venían a escuchar y yo los invitaba a subir al escenario", como le contaba a Manuel Álvarez Ugarte en Barcelona.
Allí fue donde lo escuchó Gustavo Santaolalla que estaba de paso por Buenos Aires y le dijo lo básico: "No tenés que cambiar nada, sólo necesitás que te escuche mucha gente". Se encontraron en casa de Salinas y Santaolalla se llevó sus discos a Estados Unidos. Desde Los Ángeles lo llamaría al poco tiempo Gustavo: -"¿Lo conocés a Tommy Lipuma?"-. Salinas le respondió que no y Santaolalla insistió: "Rebuscá entre los discos que tengas en casa". Y ahí reconoció que Lipuma era el productor de Miles Davis, George Benson y tantos grandes.
-Bueno, Lipuma quiere grabarte un disco- afirmó Santaolalla desde el otro extremo del teléfono.
Salinas casi se cae de espaldas, pero efectivamente viajó a Los Ángeles, grabó un disco y su arte comenzó a llamar la atención de los grandes. Tocaría con B.B. King en Rio de Janeiro, con Hermeto Pascoal, Adolfo Abalos, Horacio Salgán, Egle Martin, María Graña, Tomatito, Jaime Torres, Mercedes Sosa...Y en Rosario, después de un concierto, Paco de Lucía le confesó que tiene todos sus discos.
En el último Mundial de tango que hubo este año en Buenos Aires, Salinas tocó por primera vez en el Luna Park, acompañado por dos guitarras, piano y el contrabajo del maestro Horacio Cabarcos. Gabriel Soria, un hombre de tango, lo entrevistó en el camarín y allí con las otras dos guitarras y Cabarcos, improvisó Garúa, el hermoso tema de Troilo y Cadícamo. Es realmente emocionante verlo tocando su instrumento. Pienso en Pichuco y Cadícamo escuchándolo. Seguramente se les caería alguna lágrima. A mí por lo menos se me cayeron un par.
Acá está el documentazo.
LUIS SALINAS EN EL CAMARIN - YouTube
www.youtube.com/watch?v=9SbhonBdatQ
13/09/2013 - Subido por Gabriel Soria
El maestro Luis Salinas en su camarín con sus músicos.
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