También se juntaban diferentes músicos para grabar porque había gran demanda, las emisoras se encargaban de promocionar los nuevos discos, y entonces se formaban Tríos, Cuartetos o Quintetos que ensayaban febrilmente en sus ratos libres, arreglaban los temas escogidos, los orquestaban y lograban en muchos casos, un resultado muy bueno.
Por ejemplo este Cuarteto de la Estrellas que tuvo vida efímera, lo integraban Jorge Caldara (bandoneón), Armando Cupo (piano), Hugo Baralis (violín) y Kicho Díaz (contrabajo). En 1960 realizaron un disco con 12 temas que les sirvió incluso de plataforma para realizar giras de corto recorrido por el Pacífico.
Kicho Díaz, Hugo Baralis, Armando Cupo y Jorge Caldara |
Caldara tenía entonces su propia orquesta, después de haber sido segundo bandoneón de Pugliese durante diez años, conformando un inolvidable dúo con Osvaldo Ruggiero, que hacían rugir a sus fans cuando agitaban las melenas en las variaciones, junto a Gilardi y Castagniaro. Además dejó en los atriles de Pugliese temas suyos como Patético (1948), Pastoral y Pasional (1951) y Por pecadora (1952). Estos dos últimos, realizados con el presentador de la orquesta, Mario Soto, fueron caballito de batalla triunfal del Flaco Morán.
Cupo tuvo una larga vida dentro del tango, reemplazó muchas veces a Pugliese en la orquesta, cuando Don Osvaldo estaba engrillado por su ideas políticas. Acompañó a Alberto Morán cuando éste formó rancho propio, alejándose de la orquesta de Pugliese y lo disfruté inifinidad de noches en la Confitería Montecarlo, de Corrientes y Libertad. Allí lo conocí y lo traté a Cupo, excelente pianista que se amoldaba a todos los estilos y destacaba por su calidad.
Hugo Baralis fue un violinista de postín, hijo de otro destacado ejecutante del contrabajo y formó parte de la primera orquesta de Troilo, se anotó en varias conjuntos de jerarquía e incluso grabó con Piazzolla cuando éste comenzó su revolución interna, y dejaron su sello en el Octeto Buenos Aires. Igual que Caldara, viajó varias veces a Japón y estuvo en numerososas orquestas.
Enrique Kicho Díaz se constituyó en una figura legendaria del tango. Fue alma máter de la orquesta de Troilo, y el mismo Piazzolla que lo llevaría con él, decía que "Kicho es capaz de sostener por sí sólo a una orquesta". Y lo llevó a varias de sus formaciones. Tocó el contrabajo con Mores , con Demare y distintas orquestas.
El resultado del rejunte entre estas cuatro grandes figuras del tango, lo podemos ver en dos de los temas que grabaron: Quejas de bandoneón, en arreglo de Caldara, y el valsecito que Feliciano Brunelli ideó en la casa de Elvino Vardaro y se lo dedicó a la hermana de éste: Ilusión de mi vida, con arreglo de Armando Cupo.
08- Quejas de Bandoneón - Estrellas de Bs. As.
10 - Ilusión de mi vida - Estrellas Bs.As.
Muy feliz de enterarme de esta agrupación tanguera que no conocía, y que además le voy a hacer oír a la nieta de Caldara. Me pregunto si la conocerá. Gracias por compartir estas cosas.
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