voraz experiencia,
fragor en mi pecho.
Es empuje, un faro en mi noche,
ahuyenta la niebla
regala ilusión.
Haidé Daiban
Llegó el último martes de febrero, rojo el 27, y en Bien milonga lo saludamos, disfrutamos y despedimos a puro tango, valsecito y milonga. Como debe ser. Porque es nuestro día milonguero y lo celebramos con una selección ideal para bailar a troche y moche, sintiendo en el pecho la pasión interminable del gotán.
La sala de la Casa de Aragón (Pza. República Argentina nº6-Madrid) se presta para que la barra se reúna y le demos con tutti, en ese ambiente tan lindo que se forma en la milonga, ¿viste? Así que desde las 21 a las 0 horas, la pasamos genial, senza cuento.
Y como aperitivo te embarco en el viaje tanguero conmigo por distintas pistas del mapa, para que junes cómo las gastan en el encerado los milongas y las paicas. Pero quiero arrancar hoy con dos cracks bailando hace un tiempito en el Salón Canning porteño. Son el malogrado y recordado amigo Osvaldo Zotto y Alejandra Mantiñán, que se mueven a ritmo con el tango Jamás retornarás, por la orquesta de Miguel Caló, cantando Raúl Berón.
Y me marcho a Stuttgart-Alemania, para ver nuevamente a Sigrid Van Tilbeurgh y Murat Erdemsel --francesa y turco-, bailando en la Milonga del Schnebal Festival. Y giran con su clase de siempre , a los compases del valsecito Damisela encantadora, por la orquesta de Francisco Lomuto, y el cantor Jorge Omar.
Con este espiche ya estarás ensayando las figuritas y firuletes para esta noche. Ci veddiamo.
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