El nuevo disco del pianista Pablo Estigarribia es un homenaje al genial compositor de "A fuego lento". También está disponible un libro con las transcripciones de los temas del álbum.
Pablo Estigarribia habla de Horacio Salgán, el pianista y compositor con el que se deslumbró en su adolescencia y sobre el que ahora saca un precioso disco.
-La primera vez que escuché a Salgán fue en mi cumpleaños de 17 -rememora -. Yo había empezado a estudiar música clásica a los cinco con mi vieja y a los 15 empecé a tocar jazz, porque medio que en el ambiente de la música clásica nunca terminé de encajar. El jazz con esa cosa de la noche y la bruma de los bares (en ese tiempo se podía fumar) me gustaba. Pero no me puedo acordar quién me regaló un CD de Horacio Salgán que se llamaba Trayectoria. Y escuché ese disco y dije: ‘Ah, va por acá, ¡yo quiero sonar así’!”
-A los 17 años tocabas jazz y te gustaba el tango.
-Siempre estuve como en el ambiente de los rezagados, como que siempre estuve con gente medio rara, pero eso no me resultaba un problema: imagínate que a los 15 íbamos con amigos al Colón a escuchar música clásica. Y en la escuela tenía a un amigo que casualmente se llama Eugenio Monjeau, que es el hijo de Federico (crítico musical, recientemente fallecido), y charlábamos de todas estas cosas que a mí me encantaban. Pero en realidad al principio el tango no me gustaba. De hecho escuchaba a Pugliese, a Piazzolla, pero como el piano no era muy protagonista, disfrutaba mucho escucharlos pero no me llamaba. Viste, a esa edad uno necesita un desafío. Y empecé a bailar tango, también, en la escuela. Me encontré con Di Sarli, con Troilo… Yo venía de la densidad armónica del jazz, de repente fui a chocarme con el tango y no lo entendí de entrada.
Un fenomenal Trío: Estigarribia, Cabarcos y Lavallén |
-¿En qué consistió ese choque?
-El jazz es como que se focalizó y evolucionó muchísimo en la calidad, el color de los acordes, se complejiza un montón todo el tema del tratamiento. Si te fijás en los solos de Bill Evans, Oscar Peterson, son todos enrevesados en escalas que están adentro y afuera, y colorean con un montón de cosas. El tango era como muchísimo más estructurado, como más cerca de la música clásica per se. Y entonces, con la irreverencia de la adolescencia, dije: “Yo estoy para la complejidad del jazz”. Y con Salgán me pasó que no era sencillo para nada. En el entramado musical de Salgán encontré ese color de acordes, encontré el virtuosismo que conocía de la música clásica, unos altos rítmicos típicos de la música brasilera y un swing tanguero espectacular. No había con qué darle a esa música.
Estigarribia descubrió que el gran Mono Fontana había registrado el Festival de Pianos en el escenario del lago, un ciclo de conciertos de piano solo en el que participaron el Cuchi Leguizamón, Horacio Larumbe, el mismo Fontana, Baby López Furst y, claro, Horacio Salgán.
-¿Por qué quisiste reconstruir lo que había Salgán aquella noche?
-Cuando me enamoré de la música de Salgán lo primero que hice fue querer conseguir partituras, y la verdad es que es una tarea muy ardua. Y cuando conseguía alguna, nunca era igual a lo que tocaba Salgán. Por la complejidad de lo que toca no me era posible transcribir desde la grabación. Este libro con el álbum viene después de 15 años de haber laburado en el tango y de haber visto un montón de cosas de primera mano con Víctor Lavallén, con quien vi hasta arreglos originales de Pugliese de puño y letra. Eso te va dando una idea de cómo se escribe el tango. Entonces dije: es hora de dejar un material, hacer un humilde aporte para que si algún pibe de 16 años se enamora de Salgán encuentre una partitura que sea lo que está en la grabación.
De una gran belleza y delicadeza, Horacio Salgán Piano Transcriptions (“el nombre en inglés es en homenaje a la mayoría de los aportantes del crowdfunding que hizo posible el proyecto, que fueron estadounidenses”) tendrá su primera presentación la próxima semana en San Francisco: “Oficialmente la ciudad se abrió hace menos de una semana y ya está todo al cien por ciento. No hay más aforo. Para conciertos en lugares cerrados te piden la tarjeta de vacunación”. Luego, en octubre y noviembre, Estigarribia hará su gira de lanzamiento.
-Si escuchara el disco, ¿Qué te diría Salgán?
-Horacio Salgán es insuperable. Para mí es un caso excepcional: su estilo es el mismo en la primera grabación y en la última; es un tipo que tenía tan claro lo que quería que no evolucionó. Escuchás la primera grabación de Pugliese y la última y es otra orquesta, lo mismo que con Piazzolla, lo mismo con Troilo.
(Por Belauza - Tiempo argentino)
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